POR: Camila Alonso, Asesora Negocios de Moda Sostenible
“La ropa no va a cambiar el mundo, las mujeres que la visten lo harán”
Anne Klein
En el contexto actual, resulta evidente que la industria textil se enfrenta a diversas problemáticas, tales como la acelerada producción y consumo, la explotación laboral y daño medioambiental. Destaca el hecho de que aproximadamente el 80% de los trabajadores de esta industria son mayoritariamente mujeres, principalmente en naciones en desarrollo. Hoy, precisamente son mujeres quienes están liderando un cambio transformador en este panorama desafiante.
Este cambio no solo se observa a nivel global, sino también a escala local, a pesar de las estadísticas que ubican a Chile como el mayor consumidor de ropa por persona en América Latina, según el Ministerio del Medio Ambiente. En la actualidad, la visión y acciones de líderes poderosas están impulsando un cambio de paradigma del actual sistema moda.
Son mujeres que están creando una nueva forma de hacer negocios, estableciendo un ecosistema en el que la empatía y la colaboración son pilares fundamentales para el éxito. Figuras como Elisa de Córdova (con su marca homónima), Loreto y Pía Leiva (creadoras de Munay Sisters), Beatriz O´Brien (Coordinadora Nacional de Fashion Revolution Chile), María José Gómez (Fundadora de Ropantic Show), Rosario Hevia de Ecocitex, entre otras muchas más, han llevado sus proyectos a un nivel superior; implementando modelos circulares, métodos de producción éticos a pequeña escala y promoviendo nuevas formas de consumo. Estas líderes están explorando nichos hasta ahora poco aprovechados y se involucran con la sostenibilidad en sus diversos emprendimientos y causas, siendo un faro de inspiración para otras personas.
Son cada vez más las mujeres que están cambiando sus hábitos de consumo hacia prácticas más responsables, reconociendo que este es el camino correcto para generar un cambio real en la moda. Según las proyecciones, son ellas quienes lideran las decisiones de compra en el hogar y buscan activamente una transición hacia acciones más conscientes y de menor impacto.
Desde emprendedoras hasta diseñadoras, activistas y ciudadanas comprometidas, las mujeres están forjando un nuevo camino hacia una industria más ética, responsable y respetuosa con el medio ambiente y los derechos humanos. Porque finalmente, no va a ser la ropa que va a cambiar el mundo, sino las mujeres que la hacen y visten.
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