Si bien no hay evidencia suficiente que permitan establecer una cifra real de mujeres que detentan puestos de liderazgo en los medios, al parecer nuestra realidad no dista mucho de las desigualdades que ocurren en el resto del mundo.
Si bien no hay evidencia suficiente que permitan establecer una cifra real de mujeres que detentan puestos de liderazgo en los medios, al parecer nuestra realidad no dista mucho de las desigualdades que ocurren en el resto del mundo.