Las multas a la maternidad de las mujeres y su impacto salarial van del 16% al 21% en países escandinavos, pero entre el 51% y 61% en países como Alemania y Austria. En Chile es del 35% en el sector privado y 20% en el sector público, tras 20 meses del nacimiento del primer hijo (a).
Esta brecha, conocida como Multa por Hijo o en inglés Child Penalty, fue presentada en el estudio “Maternidad y Desigualdad de Género en el Mercado del Trabajo” del Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social (COES).
Los resultados expuestos anteriormente se dieron a conocer en el seminario organizado por Comunidad Mujer y el Centro de Conflictos de Cohesión Social, revelando datos sobre la transversalidad de las brechas salariales que a largo plazo marcan la desigualdad en el mercado laboral entre hombres y mujeres, a partir del nacimiento de un hijo o hija.
¿Cómo se produce esta brecha?
La gráfica de Child Penalty, elaborada por el economista danés Henrik Kleven, muestra el momento exacto en que nace un hijo (a) y la trayectoria de las carreras laborales de los hombres y mujeres empiezan a separarse, dando paso a la diferencia en el decrecimiento de los niveles de ingresos de las mujeres. Si bien la trayectoria de hombres y mujeres es similar hasta 9 meses antes del nacimiento del primer hijo, la probabilidad de empleo comienza a aumentar para los hombres y a disminuir para las mujeres.
Luego de 20 meses del nacimiento del primer hijo, la brecha de empleabilidad entre hombres y mujeres es de aproximadamente 15 puntos porcentuales. ¿Qué pasa con los ingresos? Las mujeres perciben UF3 menos mensualmente que un hombre en el sector privado y UF 0.5 en el sector público.
El subdirector de COES, Dante Contreras, explica que, a partir del nacimiento del primer hijo las mujeres comienzan a ser menos contratadas, debido a que al cuidar a sus hijos comienzan a trabajar menos. Además, explica “detienen sus especializaciones, muchas deben poner en pausa su carrera laboral y educación para cuidar a los hijos (as), y eso repercute a la larga en que son menos calificadas y preferidas a la hora de ser contratadas. Y cuando son contratadas, les pagan menos porque no están a la par con el desarrollo del hombre”.
¿Cómo se puede resolver este problema? Desde COES enfatizan que es importante desarrollar políticas públicas de diversas índoles. Sin embargo, el problema resulta evidente: es caro para el Estado hacerlo, y mientras tanto, las mujeres siguen pagándolo de forma directa.
Son variadas las medidas que apuntan a disminuir las brechas. Algunas de las propuestas gubernamentales han sido expandir el derecho a sala cuna, pagar los cuidados de familiares e hijos a sus cuidadores, entre otros, pero aún se está buscando el consenso en la sociedad a nivel de políticas públicas a implementar.
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