La aparición de nuevas competencias, las contraseñas compartidas y la inminente incorporación de publicidad han cambiado las reglas de las plataformas de transmisión.
El mundo del streaming se vio fuertemente removido en los últimos días y planea una revisión global de su estrategia de negocios.Esto, luego de que el gigante Netflix anunció a fines de abril que perdió a 200.000 usuarios el último trimestre (primera vez en 10 años que la compañía no ha sumado nuevos clientes) y se espera que baje otros dos millones en los próximos meses. Su salida de Rusia luego de la guerra y su reciente alza en los precios de suscripción le costaron una fuga histórica hacia los otros nuevos competidores que han venido a diversificar el mercado de películas y series online, como Amazon, Apple o Disney.
Pero además de la competencia, Netflix ha estado sufriendo con el intercambio generalizado de contraseñas, cifrado en 100 millones de hogares adicionales los que se benefician de las cuentas compartidas. “Compartir probablemente ayudó a impulsar nuestro crecimiento al lograr que más personas usen y disfruten Netflix. Y siempre hemos tratado de hacer que compartir dentro del hogar de un miembro sea fácil, con funciones como perfiles y múltiples transmisiones”, dijo la compañía. “Si bien estos han sido muy populares, han creado confusión sobre cuándo y cómo se puede compartir Netflix con otros hogares. Estamos trabajando en formas de permitir que los miembros que comparten fuera de su hogar lo hagan de manera fácil y segura, mientras pagan un poco más”.
Luego de conocerse la noticia, todo el mundo del streaming tembló y comenzó a prepararse para un eventual cambio en las reglas del juego. De hecho, ya se está implementando el modelo de publicidad en algunos tipos de cuenta, aún cuando una de las promesas del streaming era precisamente contenido sin publicidad. Disney+ y HBO Max han introducido anuncios a sus servicios a cambio de tarifas más económicas, mientras que Netflix, enemigo histórico de su inclusión, no descartó la posibilidad de añadir una suscripción más barata pero con anuncios incluidos. De momento la decisión no se ha aprobado y se estudiará el próximo año.
Reed Hastings, CEO de Netflix afirma que “aquellos que han seguido a Netflix saben que estoy en contra de la complejidad de los anuncios y que soy un gran fan de la simplicidad de la suscripción. Pero, por muy fan que sea de eso, soy un fan aún mayor de dar opciones al consumidor. Ofrecer lo que quieren a consumidores a los que les gustaría un precio más bajo y que son tolerantes a los anuncios tiene mucho sentido. Así que es algo que estamos mirando ahora e intentaremos resolver en el próximo año o dos años”
Analistas explican, además, que los consumidores están reduciendo sus suscripciones en las plataformas de streaming para ahorrar dinero producto de la crisis económica y la inflación y también por sentirse saturados ante el volumen de contenido disponible. Son, de hecho, las personas más jóvenes las que se han visto más complicados con mantener su suscripción, porque sufren de mayores dificultades económicas. Muchos pueden registrarse y cancelar varias veces en un mismo año y otros cuántos analizan su suscripción mes a mes.
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