La potencia de su voz la llevo a convertirse en la primera latinoamericana en ser seleccionada en el prestigioso programa Jette Parker Young Artist de la Royal Opera. Hoy brilla en los escenarios internacionales mientras sueña con abrir su propia escuela de lírica.
El destino de Yaritza Véliz, oriunda de la comuna de Andacollo, en Coquimbo, estuvo siempre conectado con la música y el teatro. Desde los 13 años, participó de todos los coros en los que pudo en su escuela y llegó rápidamente a interpretar solos que presagiaban un promisorio futuro arriba de los escenarios. Mientras cursaba la enseñanza básica, entró a un taller de teatro (su pasión más allá de la música) y se dio cuenta que podía mezclar el canto con la expresión teatral. “Me enamoré completamente de ella”, dijo al portal del Teatro Municipal de Santiago.
En su primera producción de ópera, le dieron el rol de Zaida de El turco en Italia, con un total éxito. “Hay un trabajo profesional que te lo van dando las tablas, no la universidad. Si bien la universidad te entrega herramientas, te formas sobre el escenario; ahí es donde tú aprendes correctamente cómo llevar la vida de un cantante. Había crítica de la ópera que decía “el gran batatazo de la noche fue la soprano Yaritza Véliz cantando Zaida” y recuerdo que Carmen Luisa Letelier, mi profesora, me dijo: “La leí, pero no creas tanto esas cosas porque te falta mucho por trabajar’, ese consejo ha sido clave”, recordó, en una entrevista.
Yaritza es la primera chilena y latinoamericana en ingresar al prestigioso programa Jette Parker Young Artist en la Royal Opera House, programa que terminó en 2020. Ese mismo año recibió el 3er Premio en el Concurso Francisco Viñas en el Gran Teatre del Liceu de Barcelona, el premio de Ópera Francesa y un reconocimiento del Teatro Real de Madrid. Además, se impuso en el concurso de la Premiere Opera Foundation, una entidad sin fines de lucro dedicada a apoyar a los jóvenes talentos de la lírica.
Durante el 2021 fue escogida como “Artista de Renee Fleming¨ en el Festival de Aspen en Estados Unidos. “En nuestro país no somos totalmente valorados en sí. La cultura ha estado abandonada demasiado tiempo y todo se ha llevado a los fondos concursables. Al final, eso es un error. Los teatros no van a subsistir por entradas, eso está totalmente claro. Ni en Chile ni afuera. Necesitan ayuda del Estado, tiene que aportar. Espero que las promesas del uno por ciento para cultura, que es lo mínimo, se cumplan, porque eso es algo que realmente se necesita”, explicó.
Su sueño es abrir su propia escuela. “Es lo que quiero hacer en el futuro, pero hacerla con un hogar de niños y que no necesariamente sea pagada y de esa forma, comenzar a llevar por otro rumbo a los chicos. Para poder incentivar la música en nuestro país se necesitan más espacios, porque un músico dice, bueno, me voy a desarrollar, pero dónde voy a tocar si las plazas ya están cubiertas. Creo que cada región debería tener, de por sí, junto a los gobiernos regionales, una orquesta pagada como se debe. Los músicos no pueden vivir de caridad y eso pasa mucho en Chile. Por ejemplo, si TVN, que le pertenece al Estado, tuviera una orquesta como lo hace la BBC de Inglaterra, le podrías dar trabajo a los artistas. Tenemos mucho talento”.
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