Hace dos meses, en plena tarde veraniega en la localidad de Boom (Bélgica), la voz de Mercedes Sosa irrumpió, de repente, entre las enérgicas mezclas de una pieza de techno. Cientos de personas que asistían a la última tarde del festival de música electrónica Tomorrowland movían sus cuerpos al son de las letras de Gracias a la vida, el clásico de Violeta Parra, interpretado por la cantautora argentina Mercedes Sosa. En el iluminado y colosal escenario, la encargada de situar a Sosa, “La negra”, en su secuencia de pistas fue Indira Paganotto, dj española de ascendencia italiana e india, quien reprodujo la última versión del remix “Gracias a la vida” realizado por la dj rumana Alexandra Huma, más conocida como Tao Andra.
“El hecho de que Indira tocara la canción en el escenario de Tomorrowland me dio la oportunidad de que fuera escuchada por muchas personas. Estoy muy agradecida con ella por eso”, sostiene Alexandra Huma en entrevista con Woman Times. Esa tarde festivalera, mientras la canción reproducida por la dj española se expandía a través de las redes sociales, Sudamérica se sorprendió al ver que, en la zona flamenca de Bélgica, las letras y la voz de dos de las cantautoras más importantes de Chile y Argentina se aglutinaban en el mayor evento de música electrónica del mundo, al que asisten, en promedio, más de 400.000 personas de casi 200 nacionalidades diferentes.
La canción que reprodujo Indira Paganotto esa última tarde de Tomorrowland corresponde a la séptima versión del remix “Gracias a la vida” elaborado por Alexandra Huma. El primero, cuenta la dj, lo realizó en su estudio de música hace un par de años. “La idea de Gracias a la vida llegó en un momento de inspiración. No sé cómo fue que llegué a poner la voz de Mercedes Sosa, pero sin duda fue un momento de inspiración”, dice la artista.
¿Cómo es que una dj de techno nacida en Rumania llega al acervo folclórico del Sur del mundo? ¿En qué momento conoce a Violeta Parra? ¿A Mercedes Sosa? Alexandra – Tao Andra cuenta que su vínculo con América Latina comenzó en la adolescencia, mientras miraba en la pantalla de televisión de su casa ubicada en un pequeño pueblo de Rumania una serie de célebres telenovelas provenientes, según recuerda, de México, Venezuela y Argentina, transmitidas en su idioma original. “El español es mi segunda lengua. Después aprendí inglés y otras idiomas, pero español fue el segundo, el que aprendí sólo de televisión”, detalla la rumana. Fue así como su acercamiento al idioma, posteriormente, devino en un amplio interés por la cultura y particularmente la música latinoamericana, conociendo artistas y diversos géneros musicales en los viajes que realizó luego por Sudamérica.
Ámsterdam, conocida mundialmente como una ciudad de DJs, fue donde Alexandra descubrió el mundo techno mientras terminaba de cursar su carrera universitaria en educación en inglés para luego comenzar a dar clases en una escuela secundaria. Si bien hasta ese momento la artista rumana nunca se planteó la música como una opción laboral, pues estaba dedicada a enseñar, la imprevista ida a un festival de música la llevó a un férreo replanteo de vida. “No sé como explicarlo, pero fue como sentir que encontraba mi hogar”, expresa la artista. A partir de esa experiencia, Alexandra comenzó a recopilar una variedad de pistas y música de diferentes estilos y a tocar en clubs, hasta dar el gran salto: dejar la enseñanza y volcar su vida a la música electrónica.
Hace unos 13 años, dentro de sus viajes por Sudamérica, Alexandra conoció Argentina y se impregnó de su historia musical, encontrándose en ese momento con la voz de Mercedes Sosa. “Ella siempre se quedó en mi corazón”, cuenta. Años después, cuando la rumana ya se desempeñaba como DJ, acudió a su recopilación de música y decidió mezclar su estilo de techno, caracterizado por su alta energía, con la canción Gracias a la vida interpretada por La negra Sosa. “Yo sabía todo sobre la canción, su historia. Sabía que la voz era de Mercedes y que la compositora y la canción original es de Violeta Parra”, dice Alexandra, recordando una anécdota que aparece luego de realizar la primera versión de su hit: “Mi novio es de Brasil y su abuela era de Perú. Yo terminé la canción y se la mostré a la madre de mi novio, y ella me dice: ‘¿Sabías que Violeta Parra y la abuela de Víctor eran amigas, y que solían pintar juntas? Yo me sorprendí, no tenía idea de esa conexión”.
Alexandra, quien hasta la fecha ha recorrido diversos escenarios de Europa, llegando también a países como Líbano, Brasil y Australia, define hoy su estilo musical como una mixtura de energía alta cargada de emotividad. Eso al menos refleja con Gracias a la vida, un hit que luego de su inesperada proyección en Tomorrowland ya traspasó diversas fronteras. “Lo que pasó con esta canción me ha dado mucha energía para continuar, el hecho de que recibiera tanta atención y cariño me deja con mucha energía para continuar haciendo música”, expresa la dj. Pensando en sus nuevos proyectos, Alexandra no titubea: “Una de mis grandes metas es ir a Sudamérica, hacer un tour y tocar especialmente en Chile y Argentina”.
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