Entre tuercas y motores, y sorteando curvas a toda velocidad, Francisca Espinoza viene haciendo historia en el karting nacional, una disciplina marcada por la presencia masculina y la bajísima participación femenina. “El mundo tuerca necesita más mujeres para que en el futuro deje de ser tema si los competidores son hombres o mujeres” sentencia, quien impulsó la creación de la categoría femenina de karting, en la que se coronó como la primera campeona nacional.
“El deporte motor, no sólo el automovilismo, todavía es visto como de hombres y la presencia femenina mínima en todo el mundo. Las cifras hablan de que hasta el 2020, el porcentaje de licencias entregadas a mujeres a nivel mundial sólo alcanzaba el 1,5% del total, pero en Chile sólo dos mujeres eran kartistas”, recuerda. “Durante mucho tiempo hicimos un arduo trabajo para revertir esa cifra, tocamos muchas puertas hasta que logramos hacer un campeonato de karting amateur con más de 30 pilotos mujeres participando en una misma fecha”.
El interés de Francisca por el mundo del automovilismo empezó cuando tenía cuatro años. “Era de las que le insistía a mis padres que le enseñaran a manejar mientras los otros niños y niñas se dedicaban a jugar”, rememora. No fue sino hasta los ocho años, cuando pudo alcanzar los pedales y sus progenitores terminaron enseñarle. “Ese fue el punto de partida de mi historia, porque nunca más quise estar lejos de los autos y quise saberlo todo de mecánica”, dice.
Agrega: “Empecé a mirar muchos autos y motos, porque consideraba que era un tipo de arte el llevar una máquina de esa forma”. Más adelante, se compró una moto, trabajó en un taller de mecánica de motos y en 2018 la invitaron a correr por primera vez en karting. “Fue un día inolvidable. Me encantó y a la semana siguiente ya estaba inscrita en un club de karting amateur. Desde ese momento, mi vida comenzó a girar en torno al automovilismo”, explica.
Pancha, como le dicen sus amigos, destaca que si bien el nivel aún es bajo, hay mucho talento y entusiasmo. “Hay avances importantes, por eso el trabajo hoy es aumentar el número de participantes para poder potenciarlas en competencias internacionales. Potenciando a las mujeres también potenciamos el karting en Chile. Hay que demostrar que no importa ser hombre o mujer”.
Qué dificultades has debido enfrentar sólo por ser mujer?
La verdad es que ser mujer en este rubro es un problema, fundamentalmente porque a una la tratan de sancionar por cosas que a los hombres no los sancionan, como por ejemplo los toques de carrera. Además, en general el circuito es un poco machista y hay que aguantar comentarios. Ha sido duro, uno recibe balazos y abrazos, pero lo entiendo como parte de un proceso social, de un nuevo camino que estamos construyendo.
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