Ya sea para visibilizar el rol de la mujer en el trabajo y la vida pública o para abordar la violencia de género, las comunidades de mujeres que apoyan a mujeres vienen creciendo hace tiempo y todas se han fijado una meta similar: lograr la transformación social, derribar las barreras y tener un impacto en la sociedad.
Con el objetivo de lograr una transformación social en todas las áreas y brindar apoyo a las mujeres, es que cada vez más existen comunidades feministas que buscan entregar herramientas y superar las brechas que aún hoy existen. Por ejemplo, en cuanto al trabajo, si ya antes de la pandemia, la brecha de género era profunda en el país, como lo demuestra por ejemplo, que más de 3.7 millones de mujeres (47,3%) estaban fuera de la fuerza de trabajo en 2019, debido, en un 96,6% de los casos, a razones de cuidados familiares permanentes, la pandemia ha exacerbado esta cifra. Para 2021, la ocupación laboral femenina retrocedió en un 6,1% (INE, 2021) mientras que las horas de trabajo no remunerado han aumentado.
Aí, se han formado colectivos feministas que derriban esas barreras, que se ocupan de la violencia de género o que velan por la inclusión de las mujeres en las áreas generadoras de conocimiento, entre varios otros ámbitos de acción. Una de ellas es ComunidadMujer, una organización de la sociedad civil creada en 2002, experta en género, transversal e independiente y que promueve los derechos de las mujeres y aporta a la generación y discusión de políticas públicas y corporativas para lograr una mayor equidad entre hombres y mujeres.
A través de una red de mujeres líderes de los más diversos ámbitos, la organización da visibilidad a una agenda con foco en educación sin sesgos de género, en participación laboral y política de las mujeres, además de tener un programa de promoción de igualdad de género en las instituciones generadoras de conocimiento en Chile, entre otros.
Por su parte, Escuela Sorora es una iniciativa impulsada por las psicólogas feministas Javiera Donoso e Isidora Serrano, que crearon esta iniciativa de carácter gratuito y donde se busca reflexionar y adquirir herramientas respecto de la violencia de género, precariedad laboral, sobrecarga doméstica y otros temas que han sido una carga histórica para las mujeres. Mediante encuentros o conversatorios, las fundadores reúnen a las participantes para entregarles las herramientas que necesitan para enfrentar el mundo.
“Escuela Sorora nace porque vemos que hay una urgencia cívica y moral de educar a nuestras pares en una ética de cuidado y amor hacia ellas mismas y sus tribus. Como paradigma, nos une el feminismo, siendo la colaboración y cooperación el sello de nuestro intercambio y modo de actuar. También estamos comprometidas con respetar la diversidad y la libertad de expresión”, explica Donoso.
En tanto, Juntas en Acción es una comunidad de mujeres que ataca tres áreas: la violencia de género, la participación política y la autonomía económica. Inspiradas en los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas, este colectivo trabaja por la erradicación de la violencia contra las niñas y mujeres, y a través de campañas informativas, buscan tener incidencias en los proyectos de ley, además de entregar herramientas y conocimientos para la libertad e independencia financiera.
La plataforma tiene como objetivo incidir en políticas públicas que avancen en los derechos de las mujeres en esas tres áreas, impulsando, por ejemplo, la aprobación de proyectos de ley como la Ley Gabriela, que amplía la tipificación del femicidio; acceso a sala cuna, que permitiría una mejor inserción de las mujeres en el mundo del trabajo; y ley de cuotas para las elecciones municipales y regionales, entre otras iniciativas.
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