El incidente en el que Lady Gaga tuvo que desmentir públicamente rumores sobre un supuesto embarazo, a raíz de una errónea interpretación de sus fotografías antes y después de la boda de su hermana, pone de manifiesto un problema recurrente en la sociedad: la constante vigilancia y juicio sobre los cuerpos de las mujeres. Este hecho ha generado una notable reacción, incluida la defensa de la cantante por parte de otras figuras públicas como Taylor Swift. “¿Podemos acordar todos que es invasivo e irresponsable comentar sobre el cuerpo de una mujer? Gaga no le debe una explicación a nadie y tampoco ninguna mujer”, expresó la artista.
El cruce entre Lady Gaga y Taylor Swift tras la publicación de las fotografías no fue fortuito. Cuando Gaga se vio obligada a desmentir el supuesto embarazo a través de un video, hizo referencia a una famosa frase de una de las canciones más celebradas por las swifties: “No estoy embarazada, simplemente estoy llorando mal en el gimnasio”. Este enunciado es un guiño a la canción de Taylor Swift “Down Bad” (Now I’m down bad crying at the gym), del álbum The Tortured Poets Department, lanzado en abril de 2024.
El hecho de que ambas cantantes hayan aludido una a la otra, reavivando así la discusión sobre la fijación y la opinión externa sobre los cuerpos de las figuras públicas, especialmente las mujeres, refleja la conciencia feminista que estas artistas promueven a través de sus redes sociales y composiciones musicales. Lady Gaga, desde los inicios de su carrera y especialmente a través de su canción “Born This Way”, se ha convertido en una defensora de la autoaceptación corporal y el apoyo a las diversas identidades sexuales en todo el mundo. Por otro lado, Taylor Swift se ha posicionado como una de las referentes feministas más populares de los últimos años, principalmente debido a sus letras y declaraciones públicas, en las que promueve la autonomía femenina así como el rechazo a la violencia de género.
Este reciente hecho subraya una vez más cómo las mujeres – especialmente celebridades – están todo el tiempo bajo el escrutinio de los medios y la sociedad en general, teniendo que lidiar con comentarios machistas que aluden a su cuerpo, su desempeño profesional e incluso decisiones personales.
Es así como estos últimos días, las declaraciones de Gaga y Swift permiten visibilizar la violencia estética que sufren las mujeres en general en su día a día – un término acuñado por la socióloga y académica venezolana Esther Pineda- autora de títulos como Bellas para morir y Cultura femicida: El riesgo de ser mujer en América Latina, que engloba la constante presión que enfrentan las mujeres para cumplir con los estándares de belleza occidentales impuestos por la sociedad contemporánea.
En una entrevista realizada en 2021 para la revista Nueva Sociedad: Democracia y política en América Latina, Esther Pineda expresó: “El fenómeno de la violencia estética está profundamente arraigado en nuestra cultura y se manifiesta de muchas maneras. Desde la publicidad que insiste en un modelo de belleza inalcanzable, hasta los comentarios cotidianos que critican la apariencia de las mujeres. Es una forma de violencia que no se ve, pero que tiene consecuencias muy reales y dañinas”.
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