Catalina Velasco es la cofundadora de Mar y Ciencia, una fundación que promueve la valoración de los ecosistemas marinos de Chile a través de la educación ambiental, con un enfoque de género y con alta participación femenina dentro de la organización.
Con el fin de acercar los océanos a las personas y familiarizarlos con los ecosistemas marinos para promover su conservación, es que Catalina Velasco fundó Mar y Ciencia. La fundación nace en 2017, en Valparaíso, mientras Velasco y un colega trabajaban en un centro de buceo. “Ahí nos dieron ganas de hacer cosas con la comunidad local, organizar limpiezas submarinas, etc. Pero después nos dimos cuenta que queríamos postular a más proyectos, hacer más actividades y nos dimos cuenta que necesitábamos otras figuras que nos permitieran desarrollar nuestros intereses, que eran básicamente dar a conocer el océano a las personas”, dice Velasco.
En sus cinco años de vida, la fundación ha crecido mucho, tanto en cobertura como en personas trabajando. Si bien nació en Valparaíso, hoy tiene además personas en Punta Arenas y Santiago que buscan generar instancias de concientización del océano, acercarlo a las personas y poder socializar en torno a estas temáticas. Así, la fundación se encarga de, por ejemplo, realizar charlas en colegios, talleres y ejecutado proyectos de bordados o ilustraciones marinas.
Además, Velasco reconoce que su organización es de por sí muy femenina. “Hay muchas mujeres trabajando en Mar y Ciencia, siempre hemos tenido la inquietud de aportar a cerrar la brecha de género. Somos 18 personas, con un enfoque interdisciplinario altamente femenino, entre biólogas marinas, periodistas, diseñadoras, productoras y más. En el mundo de la ciencia, eso sí, aproximadamente el 30% son mujeres. Para alentar la participación necesitamos modelos a seguir, hay que visibilizar a las mujeres que ya están en la ciencia para que las niñas y adolescentes digan ‘yo también puedo’”, dice.
“Todos nuestros proyectos son con enfoque de género, buscamos la equidad en los espacios de trabajo. En nuestra página tenemos una sección de entrevistas que se llama Mujeres de mar, donde visibilizamos el rol de las mujeres en la ciencia del mar”. Además, Mar y Ciencia se adjudicó un proyecto del Gobierno que se llama Heroínas Oceánicas, un juego de mesa que sigue la historia de 16 científicas de Chile y Latinoamérica para aprender de sus historias y hazañas y también de los tópicos en las ciencias donde trabajaban. El juego estará disponible para el público en septiembre de este año.
¿Qué tan poco sabemos del océano y qué importancia tiene para los humanos?
Sabemos muy poco y eso nos motivó a crear Mar y Ciencia, hacer del océano un lugar menos desconocido. Desde el punto de vista científico, desconocemos cerca del 80% del océano, porciones a las que no hemos llegado directamente ni mapeado ni cartografiado. Es muy caro y se necesita mucha tecnología para acceder a los fondos del mar. Es lamentable porque el océano es muy importante, estamos vivos gracias a él, regula el tiempo y el clima, oxigena el planeta, casi la mitad del oxígeno que respiramos viene del océano. Es además la primera barrera en contra de la crisis climática. Que tengamos una vida saludable depende de tener un océano saludable.
¿Cómo está Chile en cuanto a la protección del océano y qué falta para seguir mejorando?
Chile es un ejemplo a nivel mundial en cuanto a la protección marina, casi la mitad del territorio cuenta con algún grado de protección, se avanza y están pasando cosas, por lo menos está la intención y la voluntad política para proteger nuestra biodiversidad. Aún así, falta mucho, las áreas marinas protegidas están en el papel, pero faltan estrategias de implementación, falta fiscalización y también tomarnos en serio la educación ambiental, que se agregue al currículum escolar, acercar el océano de diferentes formas. La única manera de protegerlo es generando empatía por ellos, conocer para conservar.
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