“Un agente de cambio”, así es como el mundo conoció a Anita Roddick (1942 -2007), la mujer que en 1976 fundó la primera tienda de The Body Shop. Originaria de Littlehampton, Inglaterra; Anita pasó una parte importante de su vida viajando por el mundo. Fue entonces cuando comenzó a notar las distintas prácticas de cuidado de la piel que tenían muchas culturas. De pronto la idea de crear una tienda llegó a su cabeza.
La primera vez que The Body Shop abrió sus puertas, era solo una pequeña tienda en las calles de Brighton. En ese entonces, Roddick contaba con apenas 15 líneas de productos. Sin embargo, no era una tienda de belleza común: todos sus productos estaban fabricados con conciencia ambiental, utilizando ingredientes de origen ético y natural de todo el mundo, en envases sencillos y reutilizables.
Si había algo en lo que Anita Roddick creía con convicción, era en que los negocios tienen la capacidad de cambiar la sociedad. Su firme postura contra el testeo en animales y a favor del cuidado del medio ambiente y del comercio justo no era común para la época. Sin embargo, eso nunca la detuvo.
Roddick comenzó a formar alianzas con distintas comunidades marginadas, lo que dio origen al programa Community Trade, que ofrece condiciones justas y dignas a los proveedores de países en desarrollo. Algunos de estos países incluyen México, Brasil y Camerún. Además, lanzó diversas campañas junto a organizaciones como Greenpeace y Amnistía Internacional, enfocadas en salvar las selvas tropicales y prohibir la experimentación con animales
Su trabajo no se detiene ahí. En 1990, luego de una particularmente cruda visita a orfanatos rumanos, Roddick creó la fundación Children on the Edge, con el objetivo de ayudar a la infancia desprotegida en Europa y Asia afectada por conflictos, desastres naturales, discapacidades y VIH/SIDA.
Anita Roddick falleció hace ya diecisiete años y su legado en The Body Shop siguen resonando hasta hoy. Lo que comenzó como una pequeña tienda en las calles de Brighton pronto se expandió por todo el mundo, guiado por su ética. Actualmente, la marca cuenta con alrededor de 3.000 tiendas en más de 60 países.
The Body Shop se transformó en un movimiento y un ejemplo a seguir, demostrando que una empresa puede prosperar sin sacrificar sus principios éticos. Con más de 30 millones de clientes en todo el mundo, es una marca que nunca ha perdido de vista la visión revolucionaria de su fundadora: una industria de la belleza que no solo realza la apariencia, sino que también respeta y protege la vida en todas sus formas.
“Hagas lo que hagas, sé diferente; ese fue el consejo que me dio mi madre y no se me ocurre mejor consejo para un emprendedor. Si eres diferente, destacarás”, dijo Anita Roddick alguna vez. Una mujer que se atrevió a ser distinta sin importar las consecuencias que podría traer, demostrando que el verdadero cambio puede comenzar con una simple idea.
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