POR: Catalina Evans Amador, periodista Integrante del Programa Periodismo Colaborativo WT.
En esta entrevista para Woman Times, abordaremos la cohesión social en Chile, concepto que se define como la “capacidad de una sociedad y sus instituciones de promover relaciones sociales de igualdad y generar un sentido de pertenencia y orientación al bien común de una forma percibida como legítima por sus miembros”, según la presentación Hacia un nuevo concepto de cohesión social de la CEPAL-COES (2020)
Una de las consideraciones clave de este concepto es que “no implica ausencia de conflicto, sino que apunta a la forma en que los conflictos se procesan”. A lo largo de su historia, Chile ha experimentado diversas tensiones internas y externas desde su colonización y posterior independencia, guerras, conflictos socioambientales, protestas masivas y recientes desafíos como la pandemia. En este contexto, la cohesión social puede entenderse como un esfuerzo que requiere continuidad y sostenibilidad a lo largo del tiempo.
Reconociendo esta necesidad, surgió en 2017 y con antelación a algunos de los más recientes hitos mencionados, una alianza entre cinco instituciones bajo el nombre 3xi, agrupando las intenciones de inspirar, incluir e innovar mediante la creación de espacios de diálogo y confianza, orientados a reducir la polarización:
“Estábamos frente a un quiebre y las fracturas sociales e invisibilidad incrementaron. Con esto, el sentir de muchos de no ser parte de algo, de no ser vistos ni escuchados. Después fue muy evidente con el estallido, pero en ese momento estas cinco organizaciones, que claramente no piensan lo mismo, no buscan lo mismo y no hacen las cosas de una misma manera, prefirieron avanzar juntos que estar de acuerdo”.
Lo anterior lo explica Jesu Aldunate, ingeniera comercial y miembro clave de 3xi, siendo directora de Encuentros y socia-fundadora. “El origen se mantiene, pero se ha adaptado como también ha cambiado Chile, con entendimientos que son distintos a los que podíamos tener en este momento”, añade.
Para quienes leen por primera vez sobre 3xi, ¿qué espacios de encuentro han promovido que ilustren su trabajo y trayectoria?
Por un lado, promovemos desde la cultura, porque muchas veces nuestros juicios, razón y cabeza nos impide ver al otro. Con el arte es distinto, logras entrar desde la emoción y desde el corazón. Uno de los ejemplos es Canta tus sueños, un espacio en el que cada uno puede relatar desde la música cuál es su sueño.
Hay otras posibilidades desde la articulación, donde abordamos infancia, reinserción y personas mayores, como iniciativas que actúan de puente entre la sociedad civil y las empresas: Las organizaciones procuran ubicarse lo más cerca posible del territorio afectado, para no entrelazarnos desde una perspectiva paternalista o asistencialista, sino que desde el beneficio de vincularnos.
Por último, están los Encuentros (51 hasta la fecha) que tienen el objetivo de juntarnos con un “par improbable”, una persona que por los espacios en los que habitamos, por juicio o por el rol que tenemos en la sociedad, no tenemos la posibilidad de encontrarnos y dialogar. Allí abordan desde quiénes son, por qué están en lo que están, hasta qué les duele y qué entienden respecto a un mismo concepto. Estos espacios buscan, más que llegar a un acuerdo, simplemente lograr entendernos. El acto de vernos es una herramienta para poder acotar la polarización.
¿Qué participación tienen las regiones del país en los Encuentros?
Los Encuentros son comunales y estamos tratando de llevarlos a lo largo de Chile. Una vez que se ven las voluntades y las ganas de promover un espacio como este, desde la Alcaldía, la empresa y la sociedad civil, se materializa. Todos los Encuentros ocurren en regiones y también desde la ruralidad. Se han hecho en Araucanía, en Cunco, otros en Melipeuco, otro en la región de Los Lagos y justo después del estallido, en Vichuquén, Región del Maule.
Muchas veces centralizamos las decisiones y eso impide considerar el valor y la visión que se tiene desde los territorios. En nuestro último Encuentro, cerca de un 40% venían de regiones, y en Canta tus sueños, los 2.200 participantes venían de 253 distintas comunas.
Me gustaría ahondar en el rol que han tenido las mujeres en los últimos Encuentros. Parte de los hallazgos que surgen, como posibilidades para abordar los grandes desafíos, está en el rol de las mujeres como puente conector en un territorio. Tenemos, tal vez, mayor vocación a la colaboración, por ejemplo, las dirigentas en torno a la escasez que puede existir hoy día de vivienda, se ponen de acuerdo, entienden cuáles son las posibilidades y fondos. Se van articulando para dar una solución a las distintas necesidades que tienen sus comunidades.
Junto con esto, la participación también de los jóvenes es clave. El desencuentro que puede existir entre jóvenes y mayores se da tanto en la capital como en las regiones. No entendemos lo mismo respecto a conceptos como familia, salud mental, el cómo se habla o no se habla del cuerpo, etcétera. Entonces, es muy valioso el que estén presentes, independiente del lugar y la temática que se abordará.
Es clave el vernos con los ojos del otro y entender cómo el otro ha vivido o entiende algunos conceptos. Por ejemplo, en el contexto de la Comisión de Paz y Entendimiento, ¿Qué es lo que entendemos por territorio? ¿Entendemos lo mismo entre quienes son y no son de pueblos originarios? Por eso creemos que es importante avanzar en la cohesión social, porque si no, se pone en riesgo la democracia como posibilidad.
¿Cómo surgió la idea de llevar los encuentros a un programa televisivo?
En los Encuentros, y en este contexto de polarización, hemos visto cómo es clave la participación de las comunicaciones porque muchas veces nos informamos y nos movemos en burbujas informativas. No buscamos la interpelación, confrontación o inmediatez noticiosa, sino que mostrar las diferencias con profundidad y desde el periodismo de soluciones, buscando que frente a los problemas complejos e importantes de visibilizar, se planteen formas diferentes de abordarlos, en vez de solo criticarlos.
Por ejemplo, en el programa pasado se abordó la situación de calle. ¿Se puede salir o no de la calle? ¿Cómo podemos generar la posibilidad de la vivienda para quienes hoy día están en situación de calle? De esta forma vamos visibilizando posibles soluciones y maneras de abordar los dolores o desencuentros.
Como sociedad somos un todo, aunque pareciera que hay algunos más importantes que otros, no es posible soñar con una sociedad donde todos estemos remando para el mismo lado cuando hay diferencias tan importantes en las posibilidades, que no solamente están en si puedes o no estudiar, también están en la emoción, en cómo nos sentimos con el trato cuando nos dirigimos unos a otros.
¿Cuáles son sus aspiraciones para el programa?
Proyectamos tener cerca de 50 capítulos, esa es la expectativa que se tiene, sobre todo ahora, cuando estamos en tiempos donde la polarización se hace cada vez más evidente y con justa razón, porque hay hechos, como los casos en torno a situaciones políticas y sociales, que nos hacen perder la confianza en nuestra humanidad.
Cuando perdemos la confianza, es imposible querer relacionarnos con otro, cuando no veo que algo bueno pudiese salir de ahí. Nosotros creemos que debemos cruzar el puente de la curiosidad para no meter en el mismo saco a todos.
Yo uso anteojos, y me acuerdo que cuando me operé de los ojos, era como si me hubiesen quitado un velo y veía distinto. Eso es un poco lo que buscamos, ver con los ojos del otro y escuchar su verdad, por mucho que yo no la comprenda o comparta, lograr transformar nuestro entendimiento e inspiración.
¿Y como 3xi?
De cara al 2025 y al igual que los últimos años, vamos a iniciar el año con un Encuentro Nacional de Vinculación Social en Coquimbo, específicamente en La Higuera, donde buscamos vincularnos, pero esta vez desde una mirada más ecosistémica: con el agua. Entonces, gran parte de la conversación será en torno a cómo la cohesión social nos permite avanzar en la crisis hídrica y cómo se generan quiebres en la cohesión social respecto al agua.
El año pasado hicimos un primer estudio con Criteria, que luego convergió con la palabra más utilizada del año: Polarización, siendo la polarización política una de las más evidentes. Al analizar la polarización social, aparece la subjetiva, que es lo que nosotros creemos que el otro entiende. Ahí la brecha se agranda y consideramos clave comprender la forma en que estamos abordando las distintas necesidades sociales. Todas y todos debemos abordar los grandes desafíos, porque son tan grandes que no puede solo el Estado, ni la sociedad civil, ni la empresa. Requerimos estar articulados.
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