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Infecciones urinarias en mujeres: ¿Cómo se puede prevenir esta afección tan común?

Según aseguran los expertos, no se trata de un problema de higiene, aunque sí hay factores que pueden aumentar su probabilidad de aparecer.

Las infecciones urinarias son una de las principales razones de consulta médica en mujeres. De hecho, según un artículo publicado por la Revista Médica Clínica las Condes, una mujer tiene entre un 50-70% riesgo de presentar una infección urinaria (ITU) durante su vida, mientras que un 20-30% tiene el riesgo de que se repita. 

Pero, ¿alguna vez te has preguntado por qué se originan? Según el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades, las infecciones urinarias ocurren cuando entran bacterias a la uretra, generalmente de la piel o el recto, e infectan el aparato urinario. Así, se trata de una afección aún más común en mujeres debido a que su uretra es más corta y está más cerca del recto, facilitando la entrada de bacterias. 

Las bacterias responsables de la mayoría de las infecciones urinarias son las enterobacterias, que se encuentran de manera natural en el intestino y pueden colonizar la zona genital. “No es un problema de higiene”, asegura el Dr. Raúl Valdevenito, urólogo del Hospital Clínico Universidad de Chile, en un artículo de la universidad. “Incluso con una limpieza adecuada, estas bacterias pueden llegar a la vejiga”.

Aun así, factores como el uso de toallas higiénicas, tampones y ropa interior ajustada o de materiales plásticos facilitan el desplazamiento de estos microorganismos.

Asimismo, la actividad sexual es otro factor que fácilmente puede incrementar la exposición a estas bacterias, favoreciendo la infección. “La sexualidad implica manipulación de la zona y la penetración las pone en la vejiga”, asegura Valdevenito.

Mitos y verdades sobre las infecciones urinarias

Si bien evitar las infecciones urinarias por completo es prácticamente imposible, sí hay medidas que pueden reducir su frecuencia. Así, cosas como orinar con regularidad (cada 3 a 4 horas), orinar después tener relaciones sexuales, mantener un tránsito intestinal regular y evitar la sobrehigiene íntima extrema pueden ayudar a reducir la posibilidad de padecer una infección urinaria.

Por otro lado, existen muchos mitos que con los años han rodeado a las infecciones urinarias que pareciera ser que no son del todo ciertos. Uno de ellos y quizás el más común es que tomar jugo de arándanos previene las infecciones. Sin embargo, si bien no se han encontrado que tenga efectos prejudiciales, los estudios más recientes muestran que en arándanos rojos, su efecto es muy sutil y a veces nulo, mientras que en el arándano azul no se vio ningún efecto preventivo.

Asimismo, existe la idea de que los anticonceptivos aumentan el riesgo de infección urinaria. Sin embargo, este mito es falso. Lo que sí puede influir son períodos de mayor actividad sexual, asegura Valdevenito. Por último, es importante tomarse las infecciones urinarias en serio, incluso cuando los síntomas son leves, por lo que el mito de que si no hay síntomas no es necesario tratar la infección es falso. 

“Existe un grupo de mujeres con bacteriuria asintomática, es decir, presencia de bacterias en la orina sin síntomas ni inflamación. En estos casos, la recomendación es no tratar con antibióticos, ya que el uso innecesario puede generar resistencia”, asegura el doctor.