Nombres como Aretha Franklin, Patti Smith, Nina Simone, Janis Joplin, Barbara Lynn, Big Mama Thornton, Joni Mitchel y Kim Gordon son recordados en Mostras del Rock, el nuevo libro escrito por la cantante y productora argentina Barbi Recanati, e ilustrado por la artista plástica y dibujante colombo – ecuatoriana Powerpaola.
Publicado por Editorial Catalonia, esta obra en formato de narrativa gráfica es un viaje en el tiempo para conocer a las mujeres precursoras del rock and roll: Cantantes de géneros como blues, R&B, country, gospel, folk, entre otros, que influyeron en el mismo Elvis Presley, en Bob Dylan y en tantos otros artistas varones que hasta hoy recordamos, algunas veces injustamente, como los pioneros. Desde inicios del siglo XX hasta principios de los años noventa, este material nos invita a conocer a más de 40 artistas, muchas de ellas afrodescendientes, que permitieron que el rock and roll se transformara en uno de los géneros musicales más populares de las últimas décadas.
Todas las ilustraciones que componen el libro fueron realizadas por Powerpaola, dibujante nacida en Quito y radicada en Colombia. Durante su carrera, la ilustradora ha publicado diversas tiras mensuales, fanzines y los libros Virus tropical, Por dentro/Inside, Diario de Powerpaola, Todo va a estar bien, Nos vamos y Amazonas.
En entrevista con Woman Times, Barbi Recanati señala que uno de los propósitos centrales de esta obra es darle lugar a las mujeres de la historia de rock que no han sido incluidas en los relatos oficiales. “Queremos visibilizar las historias de este género que fueron igual o más importantes que las que ya conocemos, pero que no forman parte del relato por ser protagonizadas por mujeres, lesbianas o artistas trans. Nuestro objetivo es hablar de ellas y conocerlas para poder reconstruir esta historia del rock”, explica.
¿Qué te motivó a elegir una narrativa gráfica para contar esta historia?
Cuando me invitaron a escribir el libro siempre pensé que tenía que ser ilustrado. Me parecía que invitaba a más personas a leerlo y también ayudaba a entender mejor las historias, poder ver sus caras, los lugares, sin depender del archivo de fotos de época o de materiales que no cuentan con mucho archivo visual. Por ejemplo, el trabajo de Powerpaola en las expresiones de las artistas y mostrando el Harlem de los años 30 es increíble, y la verdad es que su trabajo también hace del libro una obra de arte.
¿Cuánto tiempo llevas investigando a las mujeres de la música y particularmente a las precursoras del rock?
Siempre fui el tipo de persona que guardaba información de cómo se hizo tal disco, o cómo se hicieron conocidos, dónde estaban. Esto yo después lo comentaba en las reuniones con amigos. Creo que pasó de la curiosidad a la investigación cuando empecé a escribir el podcast de Mostras. Entre el podcast y el libro fueron dos años de construir un relato que al final no termina nunca.
¿Cómo fue trabajar con Powerpaola? ¿De qué manera fueron llevando a cabo el proceso creativo para hilar los textos de las artistas con las ilustraciones?
Fue todo el proceso muy especial. De hecho, nuestro primer contacto fue durante el aislamiento obligatorio, entonces sabíamos que no teníamos nada que hacer, que no podíamos salir de nuestras casas ni ver a nadie. Los tiempos y formas que nos propusimos eran algo que jamás hubiéramos hecho en otro contexto. Fue todo el proceso casi un experimento pandémico. Yo terminaba una historia, se la mandaba a Powerpaola y ella me devolvía los dibujos, yo le devolvía los escritos, y así durante meses. Recuerdo que nos dejaron salir a caminar y recién ahí nos encontramos por primera vez cara a cara en una plaza con nuestros tapa bocas y a distancia, charlando sobre el proyecto.
De todas las artistas que aparecen en Mostras del rock, ¿cuál/es te han inspirado con más fuerza durante tu carrera musical?
Definitivamente Patti Smith. Recuerdo que en el 2000 comencé de a poco a subirme a escenarios y miraba a Patti Smith casi estudiándola, como si ella me estuviera autorizando a subir al escenario con mi ropa de todos los días, mi pelo, mi postura, mis gritos. Solo pude dedicarme a la música de la forma en que me dedico a ella hoy, entendiendo que podía hacer ser artista sin maquillarme, ni adelgazar, bailar, vestirme de una forma especial, peinarme o tener una voz dulce. Podía hacer lo que hacía cualquier rockero de la media, pero sólo porque ella ya lo había hecho todo. Sino no me hubiera animado.
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