Originalmente, en las famosas tarjetitas que tentaban a los participantes de esta macabra y exitosa serie de Netflix aparecía un número de teléfono. Lamentablemente, ese número tenía un dueño en la vida real. Desde que se estrenó la producción, esa persona recibía 40 mil llamadas al día. Así que, magia de la computación mediante, tuvieron que borrar el número.
El juego del Calamar superó a la Casa de Papel y se convirtió en el nuevo gran éxito internacional de Netflix. Una gran noticia para sus productores, porque cada capítulo costó entre 1,5 y 2,5 millones de euros.
Sin caer en spoiler para quienes aún no ven esta serie, podemos decir que la historia gira en torno a 456 personas que tienen deudas o dificultades económicas. Se les ofrece competir por un gran premio, pero, para ganar, deben poner en riesgos sus vidas y estar dispuestos a “matar” a otros. Todo muy sórdido.
Para aceptar entrar en este juego, deben marcar un número de teléfono que les da un misterioso hombre en una tarjetita. Y acá viene la primera anécdota de la serie. Netflix tuvo que editar los números, porque el número sí existía en la vida real y esa persona no dejaba de recibir llamadas. Cuántas veces al día ¿100, 200, 500? No. 40 mil. O hay mucha gente ociosa en Corea del Sur. O hay harta gente con deudas…
Según contó esa persona no quiso cambiar su número, porque lo ha usado por más de una década para su negocio, pero un astuto político coreano Huh Kyung-Young, le ofrece 100 millones de wones (85 mil dólares estadounidenses) para comprarle la línea de teléfono, según informó The Times. Hasta ahora no han llegado a acuerdo.
¡La muñeca existe!
La tenebrosa muñeca que aparece en el primer episodio de “El juego del calamar” existe. Se encuentra dentro de un museo ubicado en Chungcheong del Norte, Macha Land. Para poder utilizar su imagen, el equipo de la ficción tuvo que pedir permiso. Ella es la protagonista del primer juego.
Tanto ha sido el éxito de la serie que, a la entrada de un centro comercial de Filipinas, colocaron una réplica de la muñeca para “educar” a los peatones que cruzan la calle. Si alguien intenta pasar con el semáforo en verde para los autos, ella voltea la cabeza, sus ojos prenden en rojo e intimida a los imprudentes. Tal como en el juego. Miedito.
Para dar un toque más terrorífico a la serie, el director eligió canciones infantiles coreanas más populares de las décadas de los 70 a los 90 y fueron reinterpretadas por Jung Jae-il, quien también musicalizó ‘Okja‘ y la exitosa película ‘Parasite‘. Y, si seguimos con curiosidades de la serie, hay una que cruza los límites del buen gusto por decirlo de alguna manera suave. En la decimosexta edición de Funermostra, la Feria Internacional de Productos y Servicios Funerarios de Valencia, el expositor de la firma Arcae mostró como novedad féretros con los característicos lazos rosas de la serie. Y adivinen. Sí. Fueron un éxito.
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