Con un don excepcional para desvelar lo extraordinario en lo común, esta célebre autora deja, tras su muerte, una obra que seguirá inspirando al mundo por décadas.
“La memoria es la forma en que seguimos contándonos a nosotros mismos historias”, dijo alguna vez la canadiense Alice Ann Laidlaw, mejor conocida como Alice Munro. Para muchos se trataba de la maestra del relato, la “Chejov canadiense”.
A lo largo de su vida, Munro se consagró como una de las escritoras contemporáneas más destacadas en la lengua inglesa, lo que la llevó a ganar el Premio Nobel de Literatura en 2013 por su capacidad para “retratar la vida cotidiana revelando lo extraordinario en lo común”.
Originaria de una pequeña granja en la provincia de Ontario, Munro comenzó a escribir cuentos en la década de 1950. Sin embargo, no fue hasta 1968 que publicó su primera recopilación en forma de libro, titulada “Danza de las sombras”. Esta obra le valió el Governor General’s Award, uno de los premios literarios más prestigiosos de Canadá.
Influenciada en gran parte por su infancia en la ruralidad de Ontario, Munro hizo de su entorno el escenario principal para sus cuentos. Pueblos y granjas en los que desarrollaba personajes complejos dentro de su cotidianidad, contando historias de descontento, anhelo, sexo y otros temas.
Durante toda su vida, Munro nunca publicó una novela. El formato de cuento corto llegó a Munro por las circunstancias de una vida ajetreada y, por supuesto, por su amor a la escritura. “Nunca tuve la intención de ser una escritora de historias cortas. Las empecé a escribir porque no tenía tiempo para escribir nada más: tenía tres hijas”, explicó en 1986.
Así, después de su debut, Alice Munro publicó otros trece libros de historias. entre ellos “Las lunas de Júpiter” (1982), “¿Quién te crees que eres?” (1978) y “Escapada” (2004), que en palabras del cineasta Pedro Almódovar, lo inspiraron a escribir el guion de “Julieta” (2016). Sin embargo, quizás una de sus obras más influyentes fue y sigue siendo “Odio, amistad, noviazgo, amor, matrimonio” (2001), llevada al cine por la directora Sarah Polley con “Lejos de ella” (2007). La película, protagonizada por Julie Christie, Gordon Pinsent y Olympia Dukakis se basa específicamente en el cuento “El oso vino de la montaña” que forma parte de la antología.
En 2012 Munro publicó su última obra titulada “Mi vida querida”, donde nos enseña a dar otra vuelta de tuerca a la vida, mostrando hasta qué punto esa cotidianidad que tanto nos cansa puede llegar a ser extraordinaria. Una obra que hoy simboliza una especie de adiós: “La cuestión es ser feliz. A toda costa. Inténtalo. Se puede. Y luego cada vez resulta más fácil. No tiene nada que ver con las circunstancias. No te imaginas hasta qué punto funciona. Se aceptan las cosas y la tragedia desaparece. O pesa menos, en cualquier caso, y de pronto descubres que estás en paz con el mundo”.
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