Una de las razones que esgrimió la esposa del Presidente de México fue que era un cargo “clasista”. Tampoco quería que la vieran como un adorno.
Desde antes de que Andrés Manuel López Obrador se convirtiera en Presidente de México, su esposa, la historiadora y escritora Beatriz Gutiérrez Müller, ya había criticado el rol de Primera Dama. Llegado el momento, rechazó el cargo y anunció la supresión de esta figura protocolaria.
“Tenemos que comenzar a pensar y actuar diferente; pongamos fin a la idea de la Primera Dama, porque en México no queremos que haya mujeres de primera ni de segunda (…) El poder presidencial no debe ser de una familia o de un matrimonio (…) decir Primera Dama es algo clasista “, dijo poco después de que AMLO asumiera el poder en 2018.
Y agregó: “Quiero ser la esposa de un Presidente que haga grandes cosas por México y apoyarle, pero sería imperdonable que me convirtiera en algo que no he sido y en algo que criticó (…) La compañera de un Presidente debe participar en todo lo que pueda hasta un límite. No hablo para nada en una esposa que se convierte en una sombra complaciente, silenciosa o dócil ante un sistema que perpetúa las desigualdades. Estoy obligada a decir y hacer las cosas diferentes. Ya no nos ven como un adorno, tenemos espíritu, corazón, iniciativa y coraje. Vamos a feminizar la vida pública”.
El cargo de Primera Dama es protocolar en México, pero tradicionalmente es quien preside el Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), organismo asistencial fundado en 1977 por Carmen Romano, esposa del Presidente José López Portillo, para fortalecer el bienestar de los niños y ancianos mexicanos.
“El DIF, esa noble área de gobierno, pasará al sector salud y les aseguro que quien lo dirija será una persona de gran capacidad. Estaré para servir a México en todo lo que pueda. En su momento, les platicaré de algunas contribuciones específicas que me gustaría llevar a cabo. De lo que sí estoy segura es que seguiré siendo profesora universitaria, investigadora y escritora. Y lo más importante: mamá de Jesús Ernesto y esposa de #Yasabesquien”, escribió en su Facebook en ese momento, marcando un precedente en América Latina y en el mundo.
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