En su más reciente libro de cuentos, Voraz, Bernardita Bravo Pelizzola se sumerge en las complejidades del deseo, las relaciones humanas y las ambigüedades que moldean nuestras acciones. Publicado por La Pollera Ediciones, este volumen reúne nueve relatos en los que el deseo no se limita a su acepción erótica, sino que se expande como una pulsión que mueve a los personajes hacia caminos insospechados.
El cuento que da título al libro y que abre la colección es una muestra contundente de esta exploración. En él, una mujer adultera los exámenes médicos de la esposa de su amante, quien padece una enfermedad terminal. La razón detrás de su acción se mantiene envuelta en un claro misterio, aunque parece estar impulsada por la necesidad de liberarse de un vínculo estrechamente ligado a la muerte. “Fue el primer cuento que escribí dentro del proyecto del libro. Me salió muy fluido y me permitió indagar en el deseo y en las relaciones humanas, que siempre tienen claroscuros”, comenta Bravo en conversación con Woman Times.
La autora, quien ya había explorado la complejidad de las emociones humanas en libros como Estampida (Cuneta, 2019) y No reinas (Alfaguara, 2022), en Voraz (La Pollera, 2024) su aproximación es aún más descarnada. “Siempre me ha interesado mostrar las capas del comportamiento humano, que no se reduce a buenas o malas acciones, sino que está lleno de contradicciones”, explica.
Mujeres en el umbral del deseo
Un rasgo distintivo en la reciente obra de Bravo son sus personajes femeninos, quienes transitan una zona ambigua entre la autonomía y la vulnerabilidad. “Son mujeres con mucha determinación, pero también con fragilidades y una necesidad de vincularse”, detalla la autora. A través de sus relatos, Bravo construye figuras femeninas complejas, alejadas de los estereotipos que las presentan con una fortaleza inquebrantable o sumidas en una fragilidad absoluta.
Asimismo, el deseo en Voraz – desplegado en sus personajes masculinos y femeninos – no es una pulsión benévola ni transparente. Se mezcla con la mentira, el ocultamiento y, en algunos casos, la violencia. “Esas zonas oscuras de las relaciones humanas muchas veces son difíciles de poner sobre la mesa porque son cosas que le contamos a muy pocas personas o a nadie”, señala Bravo. Su narrativa, en ese sentido, se inscribe en historias que no temen explorar decisiones audaces, a menudo marcadas por dilemas éticos.
Para Bernardita, quien también trabaja el erotismo como eje central del libro, el formato cuento le ha permitido explorar el deseo sin la necesidad de un cierre preciso, a diferencia de la novela. Más que resolverlo todo, el cuento le brinda la posibilidad de jugar con lo no dicho, los silencios y las omisiones que conforman el subtexto de cada relato. “El cuento deja cabos sueltos y eso me parece fascinante. Permite que ciertos misterios queden abiertos tanto para los personajes como para el lector”, agrega.
Con Voraz, Bernardita Bravo Pelizzola reafirma su lugar en la literatura contemporánea con una escritura provocadora, que no teme a la incertidumbre ni a las zonas grises del deseo y las relaciones humanas.