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Camila Pesse y el arte de resignificar lo sagrado

**Con técnicas como el glitter, los colores, las luces y un popurrí de materiales, la artista explora el lado más salvaje de las figuras religiosas.

El proyecto @demonjitas.altares nació en la calle que lleva esa nombre y a juzgar por la cantidad de altares que ha ido creando en el tiempo, bien se podría decir que ya se formó un convento. A través de sus obras, Camila Pesse ha consolidado su trabajo como diseñadora imprimiendo un sello muy personal, una apuesta que busca revalorizar el rol de la mujer en la religión.

“Mi idea es aportar a el fin del dogma ciego y aburrido, hacer un cuestionamiento de la iconografía impuesta por instituciones arcaicas y patriarcales que opacan la participación femenina en la construcción de prácticas y creencias religiosas”, cuenta.

Historiadora de profesión, es sobre todo amante de las vírgenes, monjas e íconos inmaculados, incluso angelicales que, cargados por el imaginario colectivo de la religión, se vuelven tremendamente interesantes al ser reinterpretados desde una perspectiva moderna, atingente y que promueve las temáticas sociales más vanguardistas.

La búsqueda permanente de la palabra de las santas es el trabajo más intenso que realiza la artista, al otorgarle una voz a mujeres que tradicionalmente han estado en el más absoluto silencio, siempre comedidas y serviciales. Cada obra en @demonjitas.altares es única, personalizada y tiene una historia que contar. Desde la evolución de una virgen protestante con cuchara en mano, hasta un café de Starbucks con Jesucristo para discutir sobre política, en los altares De Monjitas el cielo es el límite.

MARÍA LLENA ERES DE GLITTER

Estas obras hiperpigmentadas de contenido llevan al siguiente nivel la resignificación de los tradicionales íconos devotos y saca a la venerada Virgen María de la iglesia. Ya no se trata de la figura sumisa, sufriente, recatada y encerrada, sino que cobra vida desde lo llamativo, cotidiano y extravagante, y por qué no, también desde el humor y la sátira para conectarla con la actualidad y las nuevas creencias populares.

La artista se acerca a las figuras y objetos desde una estética cercana al kitsch o “brillijugo”, como lo define. El altar se transforma en un escenario donde se presenta un show con glitter, brillos, colores inesperados y elementos mundanos, cotidianos y otros artículos que agregan sus clientes. De esta forma le devuelve el valor a lo antiguo y permite que converse con lo desconocido, “todo se puede utilizar, desde el prendedor que te heredaron a la colección de aros y baratijas que no botas por su significado emocional”, puntualiza.

Revisa la colección completa en @demonjitas.altares

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