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De básquetbol a jiu-jitsu: El camino de Valentina Larrondo

A poco tiempo de arribar a su primer Panamericano como representante de jiu-jitsu, Valentina Larrondo – integrante de la plataforma deportiva Women4sports – comparte cuáles son sus sueños con este deporte que conoció sorpresivamente hace seis años. “La verdad no me esperaba lograr competir afuera”, señala la deportista en entrevista con Woman Times.

Con 24 años, Valentina Larrondo es la única mujer que representará a Chile en los próximos Panamericanos como jugadora de jiu-jitsu. Antes de iniciar su actual carrera deportiva, la joven estuvo varios años en básquetbol al igual que sus hermanos, siendo ellos quienes conocieron este arte marcial japonés en una clase de prueba en Viña del Mar, sumándose luego Valentina en el camino. Al principio sus padres se resistieron a la idea de que practicara jiu-jitsu, pues consideraban que se trataba de un deporte más bien masculino, y a pesar de que sigue habiendo más hombres que mujeres que lo practican y compiten, hoy el escenario es diferente.

“Yo fui a probar y me quise quedar altiro. Me encantó el hecho de que había niñas y hombres, y el saber que las técnicas que usaban las mujeres entre ellas también las aplicaban con los hombres, aunque fueran más pesados. Sentí que había muchas técnicas que se podían usar para ambos sexos e independiente del peso de la otra persona. Era todo tan nuevo, tan distinto”, detalla Valentina. El día que conoció el deporte tenía 18 años y tras ese momento nunca lo dejó. Hoy cuenta que dedica la mayoría de su tiempo a entrenar y dar clases de jiu-jitsu a adultos, niños y niñas. En paralelo, además, realiza clases particulares de química y matemáticas.

Esa primera impresión que tuvo del deporte, tal como la describe Valentina, es parte central de lo que significa la disciplina del jiu-jitsu, donde el foco no está puesto en la fuerza o destreza física propia para vencer al otro, sino en utilizar la fuerza del oponente aplicando las técnicas adecuadas, sin importar que éste sea más grande, alto o fuerte. Es por esa razón que hombres y mujeres pueden practicar juntos, independiente de que el primero tenga más fuerza.

Actualmente Valentina practica en la Academia Manada Jiujitsu, ubicada en Villa Alemana (Región de Valparaíso), donde también imparte clases. Además de dedicarse a competir, la deportista expresa que la pedagogía es su gran pasión. “Enseñar es lo que más me gusta, sobre todo a niños, y es distinto hacerles clases a ellos porque son como esponjas, aprenden rápido, entonces es súper importante lo que les enseñamos”, afirma.

Mientras Valentina se iba perfeccionando en jiu-jitsu y ganaba experiencia en los entrenamientos, inició sus estudios de Química Industrial en la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso. Paralelamente a su carrera fue ganando una serie de torneos y ascendiendo en cinturón, hasta llegar a la fecha al cinturón morado, que en la escala del arte marcial se ubica dos colores antes de llegar al más importante: cinturón negro. Hoy, con todo su camino recorrido durante estos últimos seis años se prepara para el Campeonato Sul-Brasileiro de Jiu-Jitsu 2023 agendado para septiembre, luego jugará en los próximos Juegos Panamericanos (Santiago), esperando luego ganar podio para llegar al Mundial de jiu-jitsu en diciembre.

En entrevista con Woman Times, la joven recuerda lo que fue su primera competencia en el extranjero: Año 2022, para el Open de jiu- jitsu en Sao Paulo, donde viajó con su equipo de la Academia Manada Jiujitsu. Fue allí donde se dio cuenta que, si bien la presencia de mujeres en el deporte ha aumentado dentro de Chile, en Brasil hay muchísimas más. ¿Qué razones explican esto? Dado que todavía se trata de un deporte que practican más hombres, según la deportista es importante incentivar que las niñas y mujeres se atrevan a entrenar en espacios mixtos, ya que muchas veces no lo hacen por temor a sentirse más débiles en términos de fuerza física que sus contrincantes varones.

“Yo creo que hay que generar instancias donde se puedan dar clases mixtas, más que sólo de mujeres, porque pese a que eso está bien de cierta manera, hay que demostrar que se puede trabajar de manera mixta, que lo que yo estoy ejerciendo de técnica también lo puedo utilizar al momento de luchar con hombres”, explica Valentina. Además de continuar en competencias, la joven quiere seguir dando clases de jiu-jitsu en el país, esperando ver cada vez más mujeres que se integran: “Lo que haría sería generar instancias donde se pueda mostrar una clase mixta enfocada en mujeres, donde el público también sean mujeres, para que así se motiven”, comparte.

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