POR: Valentina Cuello Trigo (periodista), integrante del Programa Periodismo Colaborativo WT.
Desde novelas infantiles hasta el terror y la ficción histórica, Francisca Solar explora diversas temáticas para relevar hechos que pasan inadvertidos al público. En esta entrevista, la autora habla sobre su más reciente obra, El buzón de las impuras, una novela histórica que da voz a mujeres olvidadas por el relato oficial y explora el rol de las autoras en este género.
Francisca Solar tiene una carrera como novelista que no es posible categorizar. Dice que lo hace a propósito y que las etiquetas no responden a lo creativo, sino que a un factor comercial que en sus palabras permite ubicar el libro en la vitrina. Para evitar el encasillamiento, tiene un calendario anual con la historia que contará. A veces es una novela infantil, otras de ciencia ficción, incluso de terror; esta vez fue una novela histórica que busca relevar a las víctimas de una tragedia perdida no solo en la historia chilena sino del mundo: el incendio de la Compañía de Jesús ocurrido en 1863, donde murieron más de dos mil mujeres a las que da voz con el libro El buzón de las impuras.
La novela, publicada en junio de este año por Ediciones Urano, relata a través del personaje de Fátima Aguirre, una joven de la aristocracia chilena, la vida de las mujeres que pertenecían a la congregación de las Hijas de María. Estas mujeres escribían en pequeñas cartas lo que consideraban sus pecados y los depositaban en el llamado Buzón de la Virgen, uno de los pocos objetos que sobrevivió al incendio que arrasó con la iglesia donde se celebraba la ceremonia de clausura del mes de María. Este evento recibía a todas las mujeres de la ciudad sin importar su clase social, creando un espacio que, durante ese breve lapso, trascendía las divisiones sociales que normalmente las separaban.
Instalar sus voces en el relato oficial
Escribir sobre el incendio de la Compañía de Jesús fue una idea que Francisca Solar registró en 2018. En ese entonces investigaba sobre la fotografía mortuoria que se concentró en la segunda mitad del siglo XIX y en esa búsqueda dio con temas que le eran desconocidos. Así creó una lista de hechos reales que estaban ocurriendo en ese periodo y que sentía que eran merecedoras de ser contadas.
“Investigué un poco, lo suficiente para entender que era algo grande e importante. Entonces simplemente lo sumé a mi lista y dije ‘en algún minuto voy a escribir esta novela que merece ser escrita’”, dice la autora que se alista para una gira en Chile mientras su libro se distribuye en países como Argentina y España, y que próximamente llegará a México, Uruguay, Perú y Estados Unidos.
La investigación que demoró apenas unos meses fue algo que a Solar no le sorprende. Los antecedentes en torno al incendio son pocos y, sobre las mujeres que murieron en él, mucho menos. Gran parte de la información que incluye en el libro proviene de los periódicos de la época, algo que ha destacado en varias presentaciones de la novela desde su lanzamiento.
—¿Por qué ocurre esto?
—Lo que sucede con el incendio de la Compañía es que se establece como un accidente. Es la Corte Suprema quien lo dictamina así y que no se puede culpar a nadie. Le resta importancia y se tapa todo lo que ya se sabe… lo que ya se sabía a través de la prensa, que los jesuitas bloquearon una de las vías de salida, que prefirieron salvar los muebles de la sacristía que salvar a las mujeres, y empieza a borrarse del relato histórico. Pero no hay duda de que si se hubiesen muerto dos mil hombres lo sabría todo el mundo. Pero como murieron dos mil mujeres en una época en la que no eran individuos, no con autonomía, sino accesorios de las casas, que murieran dos mil mujeres era lo mismo que se quemaran dos mil sillas.
En ese sentido, Solar define que la gran consecuencia del incendio de la Compañía es una de índole doméstica. La tormenta, dice ella, ocurre dentro de las casas. Pero en el espacio público todo sigue igual porque el sistema era manejado por hombres.
—Que muriera el 2% de la población del Santiago de la época, una cifra realmente extraordinaria, no alteraba el sistema porque la gran mayoría de las fallecidas eran mujeres—agrega la escritora.
Solar reconoce que, aunque no es la primera vez que se escribe sobre el incendio de la Compañía, ya que existen algunas novelas ambientadas en este hecho, estas han tenido poca repercusión o no han sido ampliamente conocidas. Por ello, afirma que El buzón de las impuras podría ser el primer verdadero acercamiento a este hito.
La autora reconoce que asumió la responsabilidad de desarrollar un trabajo historiográfico riguroso, a pesar de que se trata de una obra de ficción. Dice que, aunque no debería ser así, algunos lectores podrían tomar la novela como una fuente bibliográfica, lo cual considera un error común en la percepción de la novela histórica. No obstante, su obra funciona como un punto de partida y de reconocimiento hacia las miles de mujeres que murieron.
—Y pensando en su llegada a otros países, ¿cómo se instala este hito que ocurre en Chile en el ideario de lectoras extranjeras?
—Es que es súper importante decir esto: esto no es un hito chileno, es un hito de la historia universal, por lo tanto tiene el potencial de interesarle a cualquiera. El incendio de la Compañía es una de las tragedias humanas más importantes de la historia contemporánea. Aquí murió más gente que en el Titanic, y la fosa común (donde fueron enterradas las mujeres) que está acá en Santiago de Chile, es una de las más grandes del mundo. Yo estaba muy convencida de eso, además de que me preocupé de demostrarlo con hechos. Parte de la investigación fue demostrar que es un hito en el que hubo participación global.
Una de las conexiones que Francisca Solar muestra en la novela es cómo la historia de Chile y de Estados Unidos se entrelazan a partir de la misión diplomática que envió el presidente Linconl a Chile en un periodo en el que Estados Unidos atravesaba una guerra civil. Durante el incendio en la iglesia chilena, fueron los enviados extranjeros quienes rescataron a las pocas sobrevivientes.
—La novela está creada para demostrarle al lector que si bien este es un hito que está sucediendo en Chile, o sea, tiene base territorial en Chile, en verdad es un hito que tiene características cosmopolitas, tiene características globales. Es cosa de escuchar las reseñas españolas, por ejemplo, que han sido muy entusiastas y muy parecidas además a las lecturas chilenas de “por qué no sabíamos esto”.
Así, para Francisca Solar su novela está hecha para educar, concientizar, enojarse e indignarse frente a la injusticia histórica con las mujeres que murieron a causa de las llamas.
Mujeres que cuentan la historia
Con más de quince títulos publicados, Francisca Solar comparte que la escritura siempre ha estado presente en su vida y que fue un descubrimiento que hizo por sí misma. Las letras, el sentido de las palabras y la fonética son aspectos del lenguaje que la han cautivado desde hace mucho tiempo. Señala que, además, aunque la escritura siempre fue su camino, a menudo se preguntaba si podría dedicarse plenamente a ello.
La respuesta la tuvo mientras cursaba sus estudios en Periodismo en la Universidad de Chile, después de que se popularizara un fanfic que había escrito sobre Harry Potter en 2003. Atravesar fronteras y llegar a miles de lectores fue el golpe de realidad que necesitaba para dedicarse a la escritura. Su interés en diversos temas, dice ella, y su constante exploración le permiten hoy escribir una variedad de formatos para distintos públicos.
Para Solar, la diversidad se ha convertido en un sello distintivo de su obra, aunque la novela histórica es, sin duda, uno de los géneros que más le acomoda. Sabe aprovechar bien su tiempo, elige con cuidado sus fuentes y disfruta de la investigación, dedicando horas a leer libros antiguos y encontrar elementos para retratar en sus novelas. Sin embargo, confiesa que hay más razones que influyen en su trabajo, y estas están relacionadas con el lugar desde el cual se narran estas historias.
—¿Cuáles son?
—En la ficción histórica hay muy poca presencia femenina. El porcentaje de escritoras que se dedican a la ficción histórica es muy pequeño. Las mujeres llevamos apenas 100 años en la esfera pública y hemos estado relegadas a lo doméstico todo el resto de la historia de la humanidad, entonces se ha contado muy poco a través de los ojos femeninos. Y es tan necesaria porque enriquece muchísimo la perspectiva histórica cuando es una mujer quien la cuenta, porque se narran cosas distintas, pues su atención está en otros detalles.
Yo en mis novelas históricas abordo hitos que no ha abordado nadie más, que pareciera que a nadie más le importan. Específicamente en El buzón de las impuras hay un hito muy femenino porque la gran mayoría de las personas que mueren son mujeres. Entonces no es tan raro que se haya escrito tan poco o casi nada sobre el incendio. En ese sentido, yo asumo la responsabilidad de escribir ficción histórica, justamente para tratar de equiparar un poco la cancha, no solo en presencia autoral y que haya cierto equilibrio entre escritoras y escritores dentro del mismo género; sino además que una mujer escriba novela histórica significa que te va a contar cosas que no te ha contado nadie o desde un punto de vista que otros no te han contado, porque nos interesan cosas diferentes, vemos cosas distintas y eso enriquece todo el panorama.
Esto no es competir con los escritores de ficción histórica, esto es complementar lo que ya hay, enriquecer el panorama. Eso es lo que se está buscando y en ese sentido era muy sensato, si lo piensas, que una mujer escribiera sobre el incendio de la Compañía.
—Y a propósito de este lugar en la escritura, ¿aún queda mucho camino por recorrer?
—Nos queda muchísimo. ¿Hemos avanzado? Por supuesto que sí. Sin embargo, queda muchísimo. Las mujeres están empezando a contar la historia desde ayer, o sea, hace muy poco que las mujeres tenemos la posibilidad de contar la historia. Antes no podíamos o si la contábamos era con seudónimo masculino, anónimo o algún hombre se robaba nuestro trabajo y lo pasaba por suyo. Entonces poder contar la historia… que una mujer la cuente con su nombre y apellido es algo que hace muy poquito que estamos haciéndolo. Es muy “moderna” esa incursión. Por lo tanto nos falta muchísimo en ese camino, pero hay que empezar de algún lado.
Es muy importante que existan ejemplos concretos de que esto se puede hacer y que hay espacio para hacerlo. Por eso me ha interesado tanto la ficción histórica. Cada mujer que decide escribir a partir de este género está abriendo camino a todas las que vienen. Se está poniendo una pequeña bandera en un lugar muy masculinizado donde los relatos oficiales se han borrado, eliminado a las mujeres o la presencia femenina.
En ese sentido, para Solar la decisión de que el foco de la novela estuviera en las mujeres que murieron es muy similar a la que tomó cuando escribió Via Damma (2019), que habla sobre la colonización chilena del extremo austral enfocada en la muerte de cientos de indígenas de la zona.
—Tenía que venir una mujer escritora a desviar el foco y decir por qué nadie sabe sobre este genocidio, porque solo a una mujer le importaría y lo mismo ocurre con El buzón de las impuras.
Hoy, la promoción de esta novela sigue avanzando mientras llega a nuevos países. Francisca Solar comparte que su próxima novela seguirá la línea histórica, presentando una historia ambientada en Chile durante la segunda mitad del siglo XIX y que forma parte de lo que ha denominado el Claytonverso, donde -aunque de forma independiente- se encuentran las novelas Los últimos días de Clayton & Co, Bluebells y El buzón de las impuras. Aunque cada una de estas historias es autónoma, comparten un periodo histórico común y algunos personajes que trascienden sus tramas individuales.
Si bien no puede revelar muchos detalles todavía, Solar cuenta que se tratará de una novela dentro del terror histórico orientado a la entretención. Una suerte de descanso frente a lo que fue su último trabajo:
—El buzón de las impuras es una novela muy potente emocionalmente y de mucha densidad histórica. Necesito un respiro y mis lectores también, así que la próxima novela sigue siendo histórica pero pensando en entretener, muy similar al objetivo de Los últimos días de Clayton & Co. Esto sale en un año más y ya en septiembre de 2025 estará en librerías.
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