A dos años desde que los talibanes tomaron el poder en Afganistán, el fondo mundial de Naciones Unidas lanzó una campaña que busca reivindicar las voces de niñas y jóvenes que hoy, por mandato del régimen, no tienen acceso a la educación.
La campaña, titulada Voces de jóvenes afganas, fue lanzada por la organización La educación no puede esperar, la cual actúa como fondo mundial de la ONU para la educación en situaciones de emergencia y crisis prolongadas. En esta ocasión, la campaña se realizó con la colaboración de Somaya Faruqi, antigua capitana del equipo de robótica de las niñas afganas, junto a imágenes en movimiento de una joven artista del país.
Desde que los talibanes retornaron al poder en agosto de 2021, las mujeres y niñas del país sufren hoy la vulneración de múltiples derechos, entre ellos el acceso a la educación y al trabajo. Por esta razón, la campaña Voces de jóvenes afganas está compuesta por una serie de piezas gráficas con frases testimoniales, acompañados de ilustraciones, que reclaman la importancia del derecho a la educación.
“Nuestros sueños son como estrellas en el cielo nocturno, que nos guían hacia un futuro en el que todas las niñas afganas puedan prosperar y ser libres”, y “a través de la #educación, nos convertiremos en arquitectos del cambio, construyendo una nación donde el potencial de cada niña pueda prosperar”, son algunos de los testimonios desplegados para la campaña.
Somaya Faruqi, realizadora de la campaña, recalca: “La situación está afectando enormemente a la salud mental de las niñas, y los índices de suicidio entre ellas han aumentado en los dos últimos años. Es más urgente que nunca actuar ahora, y espero que el año que viene celebremos su libertad en lugar de señalar su opresión. Mucho puede cambiar a mejor en un año si actuamos juntos ahora, en solidaridad con todas las niñas afganas”.
Por su parte, en el contexto de lanzamiento de la campaña, el Alto Comisionado de Derechos Humanos de Naciones Unidas expresó “seguimos profundamente preocupados por la situación de los derechos humanos, en particular por las graves restricciones impuestas a las mujeres y las niñas, cuyos derechos de acceso a la educación y al trabajo, su libertad de circulación y su participación en la vida cotidiana y pública se han visto mermados por una serie de edictos discriminatorios promulgados desde la toma del poder”.
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