POR: Elizabeth Salazar T, integrante del Programa de Periodismo Colaborativo WT.
“Y la bruja le preguntó al espejo: ¿Quién es la más bonita del reino?” Esta icónica frase del popular cuento Blancanieves de los hermanos Grimm la hemos escuchado durante varias generaciones y en ella se manifiesta una realidad sociocultural que afecta principalmente a las mujeres sin importar su edad. Desde pequeñas, se alaba a la persona que hegemónicamente es considerada bonita, y, a medida que vamos creciendo, nos encontramos con más estímulos que refuerzan la importancia de la apariencia física sobre otras cualidades. Este constante escrutinio fomenta un ciclo en el que la autoestima femenina se vincula a la validación externa, generando inseguridades que muchas veces nos acompañan a lo largo de la vida.
La sustancia nos revela el culto a la belleza y la necesidad de mantenerse joven como un mandato social que impacta profundamente a las mujeres. Querámoslo o no, estos factores van moldeando nuestra identidad, condicionándonos en lo cotidiano e incluso en el ámbito laboral. Ahora, ¿qué sucedería si tuvieras la posibilidad de alcanzar la eterna juventud? ¿Alguna vez has soñado con una mejor versión de ti misma? Esta es la tentadora oferta que, en el film, ofrece una sustancia clandestina que promete transformar la vida de quienes la consumen.
Esto le sucede a Elizabeth Sparkle (Demi Moore), una actriz que conduce un programa de ejercicios en un canal de televisión. Al cumplir cincuenta años, es despedida bajo la justificación de que ‘los televidentes necesitan ver algo nuevo’, lo que marca el fin de su contrato. Esta situación sume a Elizabeth en una profunda depresión, haciéndola añorar sus años de juventud y estrellato. Desesperada, decide aceptar la oferta de un tratamiento experimental que llega a sus manos de manera inesperada.
Tras recibir el kit con los implementos para aplicar la sustancia, Elizabeth obtiene lo que le prometieron: una versión mejorada de sí misma, más joven y más bella, que toma el nombre de Sue, interpretada por Margaret Qualley. Sin embargo, solo podrá ser Sue durante siete días antes de regresar a su cuerpo real, repitiendo este ciclo sin excepción para mantener un equilibrio perfecto. Esa es la regla de la sustancia.
Con excelentes actuaciones, el film realiza una potente crítica al culto a la belleza. De hecho, su propia protagonista, Demi Moore, ha sido criticada en varias ocasiones por sus cambios físicos, lo que la enfrenta directamente a los prejuicios de la industria cinematográfica y la sociedad en cuanto a la presión de lucir bella y joven eternamente, como en el caso de Dorian Gray. No obstante, este no es un caso aislado. Cada vez más actrices alzan la voz frente a esta situación. La actriz Sarah Jessica Parker, por ejemplo, respondió a las críticas sobre su aspecto diciendo: ‘Es una obviedad decir que todos envejecemos, que es parte del proceso natural de la vida y que nadie debería ser juzgado por ello. ¿Qué voy a hacer al respecto? ¿Dejar de envejecer? ¿Desaparecer?’. Además, hay muchas actrices cuyas carreras se han estancado o que se han retirado porque dejaron de ser contratadas al cumplir cierta edad. Meryl Streep, al recibir el Premio Princesa de Asturias en 2023, criticó este fenómeno afirmando que ‘la belleza y el atractivo no se basan en un número’. Estas críticas han sido parte de la industria audiovisual durante décadas y reflejan la persistente dualidad entre cuerpo y belleza. Aunque hoy en día estos preceptos sociales están siendo cuestionados con mayor fuerza, siguen siendo una realidad.
Hay escenas de esta película que pueden incomodar, con una visualidad cargada de body horror y estética gore, pero el mensaje que nos brinda va más allá. ¿Hasta cuándo se sustenta el talento de las mujeres en torno a su aspecto físico? El profesionalismo y las capacidades son los aspectos que deberían predominar y dar mayor validez en los distintos espacios en que se desenvuelven. Esperemos que “La sustancia” y su actual popularidad ayuden a concientizar para generar un cambio positivo en la industria del cine y también en la sociedad.
Estreno Mubi, en cines desde el 19 de septiembre.
Directora: Coralie Fargeat.
Duración: 140 Minutos.
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