La crítica celebra su participación en una de las cintas más esperadas del año. Otro éxito en una carrera que parece no tener límites, pero que en sus inicios estuvo marcada por el rechazo de la industria y el bullying.
Nadie diría que alguna vez, cuando era una universitaria, sus compañeros hicieron un grupo en Facebook que bautizaron como “Stefani Germanotta, you will never be famous”. Su nuevo rol en La Casa Gucci le permitió construir una asesina magnética con la que viene a confirmar lo que ya todos saben: no hay mucho que Lady Gaga no pueda hacer.
Es la artista ganadora de 12 premios Grammy, confluye toda la obra de Stefani Germanotta, una forma artística que habita líneas difusas entre canciones, y mucho, mucho más. Carisma, arrojo, talento e inteligencia…a raudales.
La superestrella del pop ha realizado una transición perfecta de las películas (Ha nacido una estrella) y la televisión (American Horror Story) a las grandes ligas del cine. Luego del estreno mundial de su nueva película dirigida por Ridley Scott, ya todos hablan de su construcción de Patrizia Reggiani tan fascinante que se roba la cinta donde también participan Salma Hayek y Al Pacino.
¿Estamos frente a una futura ganadora de la estatuilla a mejor actriz, que podría imitar una trayectoria que alguna vez ejecutó Cher, tras el exitazo de “Moonstruck”? se preguntan hoy los críticos al reflexionar sobre su papel como la condenada por ordenar el asesinato de Maurizio Gucci.
La película sobre la dinastía de la moda se basa en el libro “The House of Gucci: A Sensational Story of Murder, Madness, Glamour, and Greed” de Sara Gay Forden, ha recibido críticas desde la familia de la moda. A la luz del impacto que previo a su estreno ha concitado el film, el reclamo aparece como un detalle que en nada opaca el brillante momento de la artista que nació en marzo de 1986 en Lenox Hill (Manhattan, Nueva York), en el seno de un hogar católico.
Ya venía con el talento en el ADN y a los cuatro años lo demostró al aprender a tocar el piano de oídas. A los trece, ya componía sus primeras canciones y tres años después, comenzó a actuar en directo probando suerte, sin éxito, en distintos castings. Fueron los años en que aparecieron los trastornos de alimentación que una vez famosa, se atrevió a confesar.
“La gente me preguntaba que por qué mi nariz era tan naranja, que por qué me peinaba así, que si era lesbiana, que por qué tenía que llevar esas pintas para ir a clase… Me llamaban zorra, y esto y aquello. Muchas veces no quería ir a clase”, confesó, ante una entrevista para Rolling Stone.
Años más tarde, fueron sus revelaciones a la revista Elle, las que revelaron el verdadero calvario por el que debió transitar en su camino a la fama. “A los 19 me violaron repetidamente. Mi carrera me ha traumatizado de distintas formas a lo largo de los años…pero logré sobrevivir y seguí adelante”.
En la previa de su estrellato, soportó, por años, el rechazo a sus maquetas, pero siguió interpretando sus propios temas en la noche neoyorquina, siempre acompañada del piano, mientras escribía canciones para otros artistas, como Britney Spears.
Padece fibromialgia con dolor crónico y estrés post-traumático, por lo que el mensaje de resiliencia y lucha ha sido una constante en sus apariciones públicas. “Ese niño, e incluso ese adulto, que está ahí y ha pasado por tantísimo, quiero que sepan que pueden salir adelante”, escribió alguna vez en sus redes sociales, donde es la número uno. Sólo en instagram bordea los 50 millones de seguidores.
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