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Más para Chile: la escuela de liderazgo que quiere renovar el Congreso desde la diversidad y el diálogo

En un escenario político marcado por el desencanto ciudadano y la desconfianza hacia las instituciones, el programa Más para Chile surge como una apuesta concreta por formar liderazgos políticos más preparados, representativos y conectados con las realidades del país. La iniciativa, impulsada por la Universidad de Chile, la Pontificia Universidad Católica de Chile y la red latinoamericana Democracia+, busca transformar a potenciales candidatas y candidatos al Congreso Nacional en agentes de cambio con vocación de servicio, habilidades de diálogo y compromiso democrático.

“Vimos que la crítica a la política no era apatía, sino preocupación. La gente critica porque le importa, porque entiende que impacta en su vida”, explica Valentina Rosas, cientista política UC y directora ejecutiva de Más para Chile, en exclusiva para WT. La idea del programa nace de la experiencia de Tenemos que hablar de Chile, una plataforma de diálogo ciudadano que evidenció el interés transversal por mejorar la política, aunque muchas veces sin los canales ni la formación para hacerlo posible.

El diagnóstico detrás del programa es claro: en Chile existe una necesidad urgente de diversificar y profesionalizar la política, acercándola a personas que ya lideran desde sus territorios, comunidades y organizaciones, pero que no han tenido las herramientas para dar el salto hacia una representación institucional. “Hay gente que ha hecho un trabajo enorme en sus comunidades, pero le faltaba una mano para convertir eso en un proyecto político. Nosotros les ayudamos a encaminarlo”, dice Rosas.

Una escuela para pensar la política desde los territorios

El programa, que tuvo más de 2.000 preinscripciones y más de 400 postulaciones, seleccionará a 100 participantes provenientes de todas las regiones del país, lo cual no es casual. “Cuando uno piensa en el Congreso, está pensando en la representación de todo el territorio nacional. Para nosotros eso es un deber: que estén presentes todas las regiones y realidades”, enfatiza Rosas.

La pluralidad es otro de los pilares. En el proceso de selección han aparecido liderazgos de muy diversos mundos: desde movimientos sociales y gremiales hasta organizaciones religiosas, medioambientales y feministas. “No hay un solo tipo de política ni una sola motivación. Hay quienes llegan con el medioambiente como bandera, otros con temas de discapacidad, género o fe. Eso muestra la riqueza y complejidad del país”, apunta Valentina.

Por otra parte, el programa cuenta con postulantes de todas las regiones del país, y su objetivo es que al menos el 50% provenga de fuera de la Región Metropolitana. Además, se busca un equilibrio de género en la composición del grupo. “Logramos que casi el 45% de las postulaciones fueran de mujeres, y esperamos mantener o subir ese número”.

Tres pilares formativos

Más para Chile combina encuentros presenciales en Santiago con un formato digital, y se estructura en torno a tres ejes: liderazgo y propósito, gestión e integridad, y campañas y comunicación. El objetivo no es sólo entregar herramientas técnicas, sino también abrir espacios de reflexión profunda.

“Hoy la política reproduce muchas de las fracturas sociales: desconfianza, polarización, falta de escucha. Por eso creemos que formar liderazgos con capacidad de diálogo es una necesidad urgente”, sostiene Rosas. A diferencia de otros programas centrados en la técnica electoral, Más para Chile pone el acento en cómo se articula un proyecto político con las convicciones personales y los dilemas éticos.

“El liderazgo político no es sólo saber hacer campaña. También es saber hasta dónde llego, qué me mueve, cuáles son mis límites. ¿Cómo conversa mi vida familiar con el Congreso? ¿Qué significa ser un buen parlamentario desde el sur, desde el norte, o desde la costa? Esas son preguntas que hay que hacerse antes de postular”, afirma.

Desde la dirección del programa son enfáticos en que Más para Chile no busca reemplazar a los partidos políticos ni a los centros de estudio que también hacen formación, sino que la intención es ser un complemento que aporte positivamente: “Es una buena noticia que hoy seamos muchas las organizaciones que queremos tener mejores políticos. Nosotros no necesariamente traeremos a la selección definitiva, pero sí creemos que este programa puede aportar a abrir esta puerta con seriedad, pluralismo y vocación pública”, concluye Rosas.