La directora de tecnología de la firma, que por algún periodo también ostentó el cargo de jefa ejecutiva, se despidió de sus colaboradores a través de un mensaje en sus redes sociales: “Tras mucho reflexionar, he tomado la difícil decisión de dejar Open AI”. Decía el comienzo de un extenso mensaje con el que la ejecutiva decía adiós a los casi siete años en que lideró los caminos de la compañía que ha revolucionado la inteligencia artificial en el mundo.
“Me voy porque quiero crear el tiempo y espacio para hacer mi propia exploración. Por ahora, mi foco principal es hacer todo en mi poder para asegurar una transición fluida, manteniendo el impulso que hemos logrado”, dijo la alta ejecutiva. Su renuncia obedece -según diversas especulaciones- a razones de política internas de la compañía en términos de liderazgos, y ocurre justo cuando la valoración de OpenAi registra números históricos: 150.000 millones de dólares sería lo alcanzado en la última ronda de financiamiento.
“Mis seis años y medio con el equipo de OpenAl han sido un privilegio extraordinario. Nunca es el momento ideal para alejarse de un lugar que uno aprecia, pero este es el momento adecuado. Siempre estaré agradecida por la oportunidad de formar parte y trabajar junto a este extraordinario equipo. Juntos hemos superado los límites del conocimiento científico en nuestro empeño por mejorar el bienestar humano. Aunque ya no esté en las trincheras los seguiré apoyando. Con profunda gratitud por las amistades forjadas, los triunfos conseguidos y, lo que es más importante, los retos superados juntos”, concluyó en su mensaje.
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