Con más de 20 años de experiencia en periodismo televisivo, Priscilla Vargas se ha consolidado como una de las figuras más queridas de la televisión chilena. Durante su extensa trayectoria en Mega, se destacó como conductora de noticieros centrales y matinales. En 2022, asumió un nuevo desafío al integrarse a Canal 13, demostrando que su talento también deslumbra en las competitivas transmisiones televisivas de las mañanas.
¿Cómo te defines a ti misma?
Soy alegre y perseverante, aunque muy insegura. Creo que mi inseguridad es una fortaleza porque me impulsa a prepararme constantemente.
¿Qué cualidades aprecias más en un ser humano?
La empatía, ya que nos permite ser mejores personas.
¿Cuál es tu estación del año favorita?
Sin duda, el verano.
¿Cuál es la banda sonora de tu vida?
Durante mi adolescencia fue U2, estaba enamorada de Bono. Pero si tuviera que elegir una banda sonora definitiva, sería Luis Miguel.
¿Cuál es tu recuerdo familiar favorito?
Los viajes al sur de Chile, con mi mamá siempre preparando cosas ricas para el trayecto.
¿Cómo logras desconectarte del trabajo?
Apago el móvil, lo pongo en modo avión o lo guardo en el fondo del bolso.
¿Qué momento marcó un antes y un después en tu vida?
La enfermedad de mi hija cuando tenía 3 años y medio. Llegó a estar en riesgo vital, y entendí que hay situaciones que no podemos controlar, sólo toca confiar.
¿Qué sueño personal te gustaría cumplir antes de morir?
Ver a mis hijas realizadas, que sean mujeres de bien y felices con lo que hagan.
¿Un sonido que te haga feliz?
El canto de los pajaritos, especialmente de los colibríes.
¿Un hito televisivo que recuerdes con cariño?
El rescate de los 33 mineros fue una de mis primeras grandes oportunidades. Fueron 36 horas de cobertura en las que Chile se convirtió en el epicentro de una historia positiva a nivel mundial.
¿Un placer al que nunca podrías renunciar?
Abrazar y oler a mis hijas. Aunque ya son adolescentes, siempre serán mis guagüitas.
¿Algo que muy pocas personas sepan de ti?
Que soy muy buena contando chistes. Mi repertorio incluye muchos “subidos de tono”, que sólo comparto en círculos de confianza.
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