Las realidades marginales y los personajes disidentes en el cine de Pedro Almodóvar, famoso por sus retratos honestos y sin tapujos de la realidad queer, lo han consagrado como un director icónico a nivel mundial.
A principios de los 90, con el auge de la teoría queer, el cine gay y lesbiano enfrentó un cambio de paradigma, dejando atrás muchas de sus temáticas y costumbres tradicionales. Fue entonces cuando la periodista y crítica B. Ruby Rich acuña por primera vez el término “New queer cinema” o “Nuevo cine queer” en un artículo-manifiesto, A Queer Sensation (1992) definiéndolo como “radical e independiente en su forma de realización y agresivo en su representación de identidades que desafían el estatus quo de lo heterosexual”.
Así, a diferencia del viejo cine gay y lesbiano de los años 70 y 80, donde las narrativas “endulzadas” de la experiencia homosexual en películas como “Philadelphia” o “The Wedding Banquet” eran la norma, el nuevo cine queer comienza a proponer un discurso que da por asumidas y trasciende las temáticas anteriores como el “coming out” o la homofobia internalizada, explorando de manera sincera lo que significa vivir como una persona abiertamente queer.
Es en este contexto precisamente donde se posiciona el cine de Pedro Almodóvar –director, guionista y productor español– quien lejos de simplemente querer hacer cine gay, cruza barreras de género y exhibe lo queer tanto a través de sus personajes como mediante sus tramas y estética.
“La ley del deseo” (1987)
El director la ha llamado en múltiples ocasiones una de sus obras más personales. Se trata del sexto largometraje de Almodóvar y una película de amor trágico. “La ley del deseo” cuenta la historia de un triángulo amoroso entre un director gay, su verdadero amor y un fan obsesivo que pone en riesgo a la hermana trans del cineasta, una actriz con un pasado oscuro. Una película donde Almodóvar habla sin tapujos sobre la homosexualidad y la transexualidad, en una época en la que aún se trataba de un tema tabú y en la que las personas trans eran vistas como personas enfermas y problemáticas.
“Tacones lejanos” (1991)
La película narra la historia de Rebeca, una presentadora de televisión que fue abandonada por su madre, una cantante de éxito llamada Becky del Páramo. El marido de Rebeca fue en otros tiempos el gran amor de su madre, y cuando este muere asesinado, madre e hija vuelven a encontrarse. El juez que lleva el caso, interpretado por Miguel Bosé, es por la noche una drag-queen que imita a Becky, llamada Femme Letal. El personaje de Bosé es uno de los más icónicos de la película y, a la vez, supone el mayor choque con la mentalidad de la época, especialmente en la escena en la que Becky y Femme Letal tienen relaciones sexuales, donde Almodóvar difumina la frontera entre el sexo femenino y masculino y el amor homosexual y heterosexual.
“Todo sobre mi madre” (1999)
Esta película marcó de alguna manera una nueva etapa en el cine de Almodóvar, cuyas cintas cobraron una sensibilidad y madurez importante. “Todo sobre mi madre” nos enseña la historia de Manuela, una mujer que acaba de perder a su hijo Esteban en un accidente de auto. Es entonces cuando comienza su travesía hacia Barcelona en busca del padre de su hijo, Lola, una mujer transexual, que no sabía de la existencia de Esteban. Pedro Almodóvar aborda la identidad sexual de los personajes con sensibilidad, especialmente a través del personaje de Lola. La película captura la complejidad de las relaciones familiares y personales en un contexto complejo, tratando temas como el SIDA, la maternidad y la fe. Además, nos brinda uno de los monólogos más recordados del cine de Almodóvar, el de Agrado, una mujer transexual que habla acerca de la autenticidad: “Cuesta mucho ser auténtica, señora. Y en estas cosas no hay que ser rácana… porque una es más auténtica cuanto más se parezca a lo que se ha soñado de sí misma”.
“La mala educación” (2004)
A principios de los años 60, Ignacio y Enrique, conocen el amor, el cine y el miedo en un colegio religioso. El Padre Manolo, director del centro, es testigo y parte de esos descubrimientos. Años después, los tres vuelven a encontrarse siendo personas muy distintas. En esta película, donde el deseo y el amor apasionado son protagonistas, Almodóvar nos presenta con un abanico de personajes queer, desde las travestis Zahara y Paca hasta el personaje trans de Ignacio y el personaje homosexual de Enrique, que protagonizan un amor prohibido en su infancia. “La mala educación” vuelve a tratar con personajes mal mirados por la sociedad, homosexuales, transexuales y travestis, pero con cargas emotivas tan fuertes y humanas que hacen que cualquiera se identifique con ellos. Por otra parte, el cineasta hace una crítica profunda al abuso sexual en un contexto de educación religiosa, lo cual le da nombre a la película.
“Extraña forma de vida” (2023)
En este corto interpretado por Ethan Hawke y Pedro Pascal, Almodóvar trae de vuelta los westerns a la pantalla, pero con una vuelta de tuerca. “Extraña forma de vida” cuenta la historia de dos hombres que intentan ocultar su atracción mutua y, para conseguirlo, se tratarán como verdaderos enemigos. El western, al ser un género tradicionalmente masculino, rara vez aborda la homosexualidad como temática. Sin embargo, Almodóvar subvierte sus normas narrativas y crea una historia de ternura homosexual, haciendo un guiño a la icónica película de Ang Lee “Secreto en la montaña”. Una cinta que explora los límites entre el orden y la desobediencia. En palabras del director, la trama alude a la famosa canción de Amalia Rodrigues, cuya letra sugiere que “no hay existencia más extraña que aquella que se vive de espaldas a tus propios deseos”.
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