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Día Internacional de las Niñas y Mujeres en la Ciencia: Brechas de género y desafíos

El 11 de febrero se conmemora el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, una fecha establecida por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2015 para reconocer el papel clave de las mujeres en la ciencia y la tecnología. Este día busca promover su acceso a la educación y la investigación en todos los ámbitos del conocimiento, con un enfoque especial en las carreras STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas), donde persisten importantes brechas de género.

Brecha de género en STEM en Chile

A pesar de que las mujeres representan el 53% de la matrícula total en la educación superior en Chile, su presencia en carreras STEM sigue siendo baja. Según datos de la Subsecretaría de Educación Superior, solo el 21,38% de la matrícula total en estas disciplinas corresponde a mujeres. En el primer año de estudios, apenas un 19% de las estudiantes opta por carreras STEM, en comparación con un 81% de hombres.

Por áreas específicas, las mujeres tienen una mayor presencia en Ciencias Naturales, Matemáticas y Estadística, donde representan el 44% de la matrícula. En contraste, su participación es significativamente menor en Ingeniería, Industria y Construcción (21,2%) y en Tecnología de la Información y la Comunicación (TIC), donde solo alcanzan un 13,5%. Este último ámbito refleja la mayor desigualdad: de los 72.126 estudiantes en TIC, solo 9.774 son mujeres.

Las razones detrás de esta brecha son complejas y abarcan factores estructurales y culturales que comienzan desde la infancia. Según Karin Saavedra, directora General Vinculación con el Medio de la Universidad de Talca, “a partir de los 6 años, las niñas ya hacen diferencias en su autopercepción, sintiéndose menos capaces en disciplinas asociadas con la inteligencia, lo que limita su interés en áreas como ingeniería y tecnología”. 

La persistencia de estereotipos también juega un rol clave. Como explica la investigadora argentina Dora Barrancos, “los sesgos patriarcales han delimitado cometidos científicos para los varones y han asignado a las mujeres labores domésticas o ‘propias del sexo’, lo que ha obstaculizado su participación plena en la ciencia”. Sin embargo, esto no ha impedido que muchas mujeres desafíen estas barreras y dejen una marca en la investigación y el desarrollo tecnológico.

Desafíos en la carrera científica

A nivel profesional, la brecha de género se refleja en la baja participación de mujeres en investigación y en la persistencia de diferencias salariales. En Chile, de cada tres investigadores, solo uno es mujer. Además, según Paola Arias, física teórica de la Facultad de Ingeniería de la USS, muchas mujeres en STEM enfrentan el síndrome del impostor y la carga mental de la doble jornada laboral y familiar, lo que limita su desarrollo profesional. “A pesar de su capacidad, muchas mujeres dudan de su competencia y evitan asumir roles de liderazgo”, señala Arias.

Avances y propuestas

Si bien en Chile se han implementado iniciativas como programas de mentoría, cupos especiales y becas exclusivas para mujeres en STEM, estas medidas aún no son suficientes para cerrar la brecha de género. Especialistas coinciden en que es fundamental intervenir desde la educación básica para fomentar el interés temprano de las niñas en disciplinas científicas y tecnológicas. También es necesario generar espacios laborales inclusivos y garantizar la equidad salarial y de oportunidades en la carrera científica.

En 2025, la UNESCO conmemora por décima vez el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia con el encuentro “La voz de las mujeres en la ciencia”, que se realizará en su sede central de París. Según la organización, “a pesar de los avances logrados en las últimas décadas, sólo una de cada tres investigadores en el mundo es mujer”, lo que subraya la necesidad de seguir impulsando políticas públicas y acciones concretas para garantizar la equidad de género en STEM.

El camino hacia una mayor participación de mujeres en la ciencia aún enfrenta desafíos, pero iniciativas globales y locales continúan avanzando para transformar la realidad y abrir nuevas oportunidades a niñas y mujeres que sueñan con una carrera en STEM.