Durante los primeros meses de encierro que trajo la pandemia, la escritora mexicana Laura Esquivel creó una cuenta de Patreon en la que publicó un total de doce textos en español e inglés donde narra recuerdos lejanos, íntimos y elementales de su vida. Esos mismos escritos personales que compartió a sus lectores adheridos se transformaron en un libro editado por Penguin Random House en 2022.
Titulado Lo que yo vi, los textos digitales de Esquivel convertidos en su nuevo libro, como el mismo nombre lo dice, son la ventana a los curiosos ojos de la autora y a las cosas que ha vivenciado a lo largo de sus 72 años.
Como bien pueden estar de acuerdo los amantes literarios, un valor inédito surge al leer los relatos autobiográficos de escritoras que han marcado generaciones con su prosa ficcional, porque a través de éstos conocemos las historias personales, los dolores y los ideales que luego permean en sus escrituras. Tal vez, quienes han leído la famosa obra Como Agua para chocolate, o la novela que recoge la vida de Malintzin, quien fue compañera del conquistador español Hernán Cortés, titulada Malinche, publicados por Laura Esquivel en 1989 y 2006 respectivamente, al encontrarse con este nuevo texto, Lo que yo vi, puede ser que comprendan cómo la auténtica conexión con el mundo natural y la búsqueda del amor en todas sus formas- que son tan propias de las novelas de la autora-, se encuentran profundamente enraizadas en su vida personal y en cómo ha decidido experimentar el mundo como mujer y escritora. “Lo que yo vi” , entonces, permite la entrada a esa reflexión, a conocer el mundo que la autora vive (y ve), y por qué escribe como escribe.
Distintos recuerdos son plasmados en estos relatos breves, pasando por una niñez y adolescencia recordadas con esa nostalgia propia de quien vivió cuando no existían las tecnologías de hoy. También, son las rememoranzas de una escritora que escapó de un matrimonio arreglado para vivir con quien amaba en ese momento, que decidió ser madre, recorrer el mundo, y que vio en primera persona trágicos sucesos, como también hermosos.
Por Javiera Fernández
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