Si tienes menos de 20 te preguntarás por qué tanto revuelo con el lanzamiento de un nuevo disco del grupo sueco, después de 39 años de silencio. Aquí, algunos datos que explican en parte cómo se convirtieron en leyenda (y si sabes algo de Los Beatles, no podrás evitar notar las semejanzas).
Para empezar, un dato: los australianos -no los suecos ni los estadounidenses- siempre fueron los fans más fieles de Abba. Y tanto fue así que en ese país la canción ‘Fernando’ desplazó a ‘Rapsodia Bohemia’ del primer lugar del ránking y se mantuvo ahí durante 14 semanas, un récord solo obtenido por Hey Jude, de Los Beatles.
Agnetha Fältskog (71) y Frida Lyngstad (75), Björn Ulvaeus (76) y Benny Andersson (74), empezaron a tocar juntos en 1974 y siempre han dicho que sus influencias juveniles eran Phil Spector, los Beach Boys, Elvis Presley, pero sobre todo, ya lo suponen, Los Beatles. Y la primera vez que los 4 se encontraron en un festival de música, eso fue lo que motivó la atracción entre ellos. Hablando del grupo británico, empezaron a ensayar algunos temas juntos y así empezó esta unión de 10 años. Y sí, eran dos matrimonios, pero solo estuvieron casados en paralelo por un breve periodo. Benny y Frida se casaron después de 9 años de convivencia, y unos meses después, Agnetha y Björn se divorciaron. De todas maneras, en el escenario parecía que todo era armonía entre ellos, aunque no era del todo así. La relación era más laboral que personal, y Agnetha con Frida no eran amigas.
Otro de los aspectos inolvidables del grupo es su nombre, formado por sus iniciales (Frida es un apodo, su nombre legal es Anni-Frid). Pero no fue fácil usarlo. Al poco tiempo de escogerlo supieron que Abba estaba registrado en Suecia como una marca de pescado en conserva, de modo que hubo que hacer algunos trámites para adquirirla. Sin embargo, la verdadera genialidad fue el logo: allí donde las letras B se dan “la espalda” hay un guiño gráfico difícil de olvidar. Uno de los productores del grupo dijo que esa forma representaba a las chicas enfrentando cada una a su pareja, pero en un libro aparecido el año pasado cuentan que, a principios de 1976, los Abba estaban haciendo unas fotos donde sostenían sus cuatro letras en tamaño XL. Benny casualmente se equivocó y ubicó su “B” al revés. Herméticos como son, nunca han confirmado ni negado estas versiones.
Ninguno de ellos era especialmente comunicativo y en cambio sí eran bastante celosos de su vida privada, pero hubo un evento que sí ameritó una especie de declaración pública. En los 70 aparecer fumando en una foto no era extraño y los Abba solían hacerlo. Pero a Agnetha tuvieron que operarla de las amígdalas y, viendo que este hábito junto con la cirugía podían dañar su voz, dejó de fumar y se hizo retratar abriéndose una camisa de mezclilla para dejar ver una polera con la leyenda “A non smoking generation”.
El look en los shows era otro de sus fuertes. Y los creadores de sus llamativos trajes cargados de brillo eran los diseñadores Owe Sandström y Lars Wigenius, quienes demoraban unas tres semanas en la confección de cada atuendo y les tomaba hasta 80 horas coser las lentejuelas. Pero el efecto era cautivador. Sobretodo cuando los reflectores iluminaban a Agnetha y Frida, y sus increíbles voces hacían magia en el escenario.
En su máximo momento de gloria hubo un incidente solo posible en una época donde ni se soñaba con la existencia de internet, y las noticias falsas tenían una vida un poco más larga que hoy. Sucedió después de un concierto que el grupo dio en la ciudad de Bremen, Alemania. Corrió el rumor de que los cuatro habían muerto en un accidente de avión. Luego se dijo que no, que solamente había sido un accidente de auto en Berlín, pero que Agnetha había quedado discapacitada. Ni lo uno ni lo otro era cierto, pero los Abba quedaron con una leyenda trágica inventada, como cualquier estrella de la música se merece (o pregunten a Paul McCartney cuántas veces ha respondido a la pregunta de si él es verdaderamente él, o si es el falso Paul que la policía secreta británica inventó tras la supuesta trágica muerte del cantante).
De todas las canciones de Abba, ¿cuál es la que puedes tararear aunque no la hayas escuchado más que una vez? Probablemente es Dancing Queen, uno de sus más grandes éxitos. Esta tuvo un estreno de gala. Pero de gala real. La tocaron por primera vez en la fiesta de matrimonio del rey Gustavo XVI de Suecia con Silvia Sommerlath, y a ella iba dirigido el hit. Claro que con algunas adaptaciones a la realidad. La actual reina Silvia de Suecia no tenía 17 años, como dice la letra, sino 33.
La fama del grupo Abba duró una década, pero nunca hubo confirmación de que se hubieran separado, lo que aumentó las expectativas sobre su reunión. Solamente se sabía que se habían tomado un descanso. Aparecieron por última vez en un show de TV en diciembre de 1982 y luego, el silencio. Cuando se estrenó la película Mamma Mía en Estocolmo (2008), miles de personas quisieron verlos posar ante los fotógrafos después de 22 años de ausencia. Pero no fue posible. El cuarteto se mezcló entre el elenco y no hubo oportunidad de inmortalizarlos de nuevo juntos.
Y ahora, después de 39 años lejos de los escenarios, llegan con diez nuevas canciones y un espectáculo de hologramas llamado ‘ABBA Voyage’ (El Viaje de Abba). Es verdad, todavía no se les ve realmente juntos. Pero casi.
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