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Brenda Navarro: “Necesito mi casa para escribir”

¿Qué te preguntas cuando te sientas y ves una página en blanco?

Si lo voy a disfrutar, que no significa estar feliz todo el tiempo, sino, a pensar si eso me va a llevar a un aprendizaje sobre mis propios miedos o inquietudes. Siempre estoy reflexionando qué de lo que estoy viendo en el mundo hace que yo quiera dedicar tiempo, invertir espacios físico-temporales fuera de mi familia, de mis amigos o de otros trabajos.

¿Para ti cómo suena o de qué color es la rabia femenina?

Yo quiero creer que es roja. En tanto, la metáfora de la menstruación, la metáfora de nuestro propio cuerpo, que incluso, aunque nuestras venas no se vean rojas en cuanto las pinchas brotan, y en tanto que lo primero que con lo que tenemos contacto físico al nacer es la sangre. Yo considero que ese momento biológico en el que tu cabecita sale se genera una composición química y empiezas a respirar, es ahí donde reconoces el oxígeno en el que vas a vivir. No es lo mismo nacer en Ciudad de México, que en Madrid, que en Sudáfrica, es en ese momento cuando se te mete la rabia, y dices “ah, me tocó nacer en México, necesito esta rabia”.

Hablas sobre tu proceso creativo y el rol de la música en él, ¿a quién estás escuchando obsesivamente ahora?

Andrew Bird es un tipo que me vuelve a la cabeza porque es todo lo que yo no soy. Me está enseñando mucho ese equilibrio; puedes disfrutar una bonita melodía, unas bonitas letras, y me ayuda a entender los detalles de la construcción de la música versus los detalles de la construcción del lenguaje. Eso me interesa mucho ahora, más allá de sacar toda la rabia que me genera lo que escribo, ahora pienso en cómo hago para que esa rabia no se concentre en una sola cosa, sino que se extienda.

Eres economista también, ¿quién es tu economista favorita?

Por supuesto que Silvia Federerchi. Para mí Silvia fue un antes y un después. Cuando la leí supe que tenía que entrar a la economía. Además, es una mujer europea que ha sido capaz de mirarnos a los ojos como personas.

¿Para ti quiénes son ahora las tres autoras que tú crees que todo mundo debería de estar leyendo?

Considero que Gabriela Damián tiene un estilo único, también creo que Mariana Travacio, a pesar de que tiene un reconocimiento bastante grande, tampoco se le ha dado el lugar adecuado que tiene. Y alguien realmente underground que llevo una década leyendo, Criseida Santos Guevara.

¿Cuál es tu bebida para escribir mi bebida?

Soy una obsesiva del matcha. También el té de canela con limón y jengibre, su aroma me encanta.

La casa es un pilar para ti, en lo que escribes, en lo que haces y en tu vida.

Siempre hablamos del cuarto propio y en la contraparte, de escribir en cualquier lado, como decía Gloria Anzaldúa. Ahora que estoy en una residencia de escritores, mi cuarto propio, y necesito mi casa para escribir, necesito mi pequeño espacio de incomodidad que es mi hogar. (Ahí) todo está conectado, los olores de mi cocina, de mis hijas, el olor de la ropa, el olor de mi pareja; hay cosas, mis libros. Todo el entorno tiene que ser mi entorno.

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