Calificada como uno de los sex symbol del Hollywood de la década de los ochenta, posó desnuda a los 10 años y fue obligada a trabajar desde pequeña. Una historia que hoy ve como el prólogo perfecto que le permitió crear su propia comunidad online que ayuda a mujeres, principalmente de mediana edad, a reinventarse y generar nuevos proyectos.
La vida de Brooke Shields comenzó casi al mismo tiempo que su carrera en televisión, su belleza y simpatía la hicieron brillar en publicidad antes de que pudiera pronunciar cualquier palabra. Al cumplir los veinte años ya era un ícono cultural para los norteamericanos y una verdadera leyenda para la industria del séptimo arte. Hoy, camino a los sesenta, es una feminista declarada que no tiene miedo de hablar de la explotación, el abuso y la violencia que fue víctima en los años de más fama y reconocimiento.
Actualmente, sus energías están concentradas en “Beginning is now”, una comunidad que persigue posibilidades únicas para mujeres de mediana edad para reinventarse y seguir creciendo. “Mi proyecto personal nació después de ver que muchas mujeres nos centramos tanto en casarnos, tener hijos, criarlos, cuidarlos, que cuando los hijos se van de casa nos quedamos vacías y preguntándonos qué hacer porque nos sentimos aún jóvenes, pero el mundo nos trata como si ya hubiésemos cumplido nuestra función”, explicó.
Nació en 1965 y su primer comercial lo grabó a los 11 meses luego de las insistencias de su madre, Teri, cuya obsesión era convertirla en una estrella, y no se cansó hasta lograrlo. Proveniente de una familia que descendía.de los primeros colonos de Estados Unidos, a los 10 años vivió su primera polémica, cuando posó desnuda en una bañera para el fotógrafo Gary Gross en una sesión para Sugar and Spice, un suplemento de la revista Playboy. Su madre que autorizó la sesión, cobró 450 dólares.
Su salto internacional llegó cinco años más tarde, en 1980, con Laguna Azul, una película que contaba la historia de dos niños que naufragaban en una isla paradisíaca y que crecía juntos explorando su sexualidad. A sus 15 años, volvería a generar controversia al protagonizar un anuncio de Calvin Klein, en el que pronunciaría la famosa frase “¿Quieres saber lo que se interpone entre mis Calvin y yo? Nada”.
“Los paparazzis y el público le gritaban a mi madre: ‘¿Cómo has podido?’ Me pareció todo muy ridículo”, reconoció la actriz en una entrevista a Vogue. “Yo era ingenua, no pensé nada sobre ello. No pensé que tenía que ver con la ropa interior. No le vi connotación sexual. Era una niña muy ingenua. Creo que se asumió que yo era más espabilada de lo que era en realidad”, confesó, en un artículo de prensa, casi una década después.
Recién después de la muerte de su madre, Brooke tuvo por fin la valentía de escribir un libro de memorias detallando su sacrificado periplo al éxito. Ahí, cuenta que Teri era alcohólica y que cuando terminaba sus rodajes tenía que ir a buscarla por los bares de la ciudad. Además, cuestiona el hecho de que siempre le organizaba citas con hombres mucho mayor que ella.
Así y todo, en una reciente entrevista con El País, la actriz dijo que no le guarda rencor a su madre. “No. Y te voy a decir por qué: ella tenía problemas graves, era alcohólica, y pasó una infancia muy dura, pero hubiera matado por mí. Me quería tanto que yo siempre me sentí protegida por ella. Escucho los testimonios de otros niños de la industria que cuentan que se sintieron muy solos. Yo jamás sentí eso. Se aseguró de que siempre tuviese amigos de mi edad alrededor, seguí yendo al colegio, nunca nos mudamos a Hollywood. Lo más duro, quizá, fue querer a una alcohólica, porque me sentía responsable de ella”.
“Durante mucho tiempo todo el mundo quería culpar a mi madre de todo, la ponían como un ogro y eso me resultaba muy duro. Fue difícil porque mi principal preocupación, buena parte del tiempo, era mantenerla viva y esa es una carga enorme para un hijo. Ella me convenció de que estudiara y tuviera carrera, quería que tomase cierta distancia con respecto a la industria. Le agradezco, ya que me beneficié de su fuerza de voluntad”, reflexionó.
Sé el primero en comentar