La directora porteña ha abordado los temas de mujer y género a lo largo de su carrera como directora de cine, antes que muchos otros directores. Con más de 20 películas y varios premios internacionales, actualmente prepara dos nuevas películas: Detrás de la lluvia y Huellas, que tratará sobre la epigenética.
Valeria Sarmiento (Valparaíso, 1948), se enamoró del cine en su natal Valparaíso, yendo al cine casi todos los días junto a su padre, lo que ha definido como una gran escuela. Eso sí, a la hora de elegir su carrera, Sarmiento no pudo elegir cine porque no existía ninguna escuela en la época. Entonces, entró a estudiar filosofía, pero cuando estaba en segundo año, se abrió la Escuela de Cine de Valparaíso, por lo que estudió ambas carreras paralelamente. “Era inimaginable que una mujer pensara en hacer cine (…). Los técnicos, generalmente hombres, pensaban que las mujeres no eran capaces de manejar siquiera una cámara”, dijo en la época.
Si bien su carrera la comenzó haciendo el montaje de las primeras películas de Raúl Ruiz, el exitoso cineasta chileno, con quien además se casaría en 1969, Sarmiento debutó como directora con el documental Un sueño como de colores, donde trató la realidad de las mujeres que hacían striptease en dos de los cabarets más conocidos de la época: el Mon Bijou y el Tap Room. La temática elegida resultó escandalosa para la época en que las producciones documentales no exploraban las políticas de la mujer.
En los setenta, Sarmiento y su marido se radicaron en París, pero el único país donde le daban visa para filmar era Costa Rica, por lo que partió a rodar sobre machismo. Tuvo, eso sí, un problema parecido al de muchos documentalistas: decirles a sus entrevistados -hombres en gran mayoría- que la película era sobre machismo los habría puesto a la defensiva, por lo que, sin mentirles del todo, les dijo que era sobre el romanticismo. Allí grabó otro de sus éxitos, El hombre cuando es hombre, que se inmiscuía en las relaciones de sujeción -violencia, poligamia, entre otras- en que se encontraba la mujer latinoamericana.
Luego de la buena acogida que El hombre cuando es hombre tuvo en Europa, Sarmiento realizó su primer largometraje de ficción. Mi boda contigo (1984) pretendía reflexionar y crear ciertas distancias con las novelas de Corín Tellado, que reinaban sobre las representaciones de la mujer. Bajo esa misma óptica, grabó otros largometrajes que también resultaron ser un éxito.
Actualmente, Sarmiento se encuentra embarcada en dos proyectos. El primero es sobre una película con Claudia di Girólamo y que se rodará en su actual Valparaíso. Trata sobre la historia de Sofía, una psicóloga que regresa al puerto para hacer clases en una universidad y acompañar a su abuela, aún convaleciente de un accidente, todo en medio de la conmoción de la ciudad por un horrible crimen. Además, se encuentra realizando una película que trata sobre la epigenética, llamada “Huellas”. “Es sobre las consecuencias de los traumas en los hijos y los nietos de personas que han sufrido traumas. Quiero trabajar con los hijos y los nietos de personas que estuvieron en los campos de concentración en Chile, porque es interesante ver las consecuencias. Según la epigenética, eso es algo que se traspasa a través de los genes. Es muy interesante ver qué ha pasado con esa situación en Chile”, dijo en entrevista.
A lo largo de su carrera, Sarmiento ha realizado más de 20 películas y recibido importantes premios internacionales como el Premio Nuevos Realizadores del Festival de San Sebastián en 1984 por Mi boda contigo. Su cinta Las líneas de Wellington fue seleccionada para representar a Portugal en los premios Oscar 2013. Ha dirigido además, Amelia Lopes O’Neill (1990), Secretos (2008), y Maria Graham (2014), entre otras. Su última película Le cahier noir, precuela de Misterios de Lisboa, se estrenó en Francia en 2018, mismo año en que la Cinémathèque Française le dedicó una retrospectiva.
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