De todas las actrices chilenas que han llegado a actuar en Hollywood hay tres a las que hoy, en el Día del Cine Chileno, queremos recordar porque la suya fue una verdadera hazaña. En tiempos donde no había internet y nuestro único vínculo con el mundo del cine internacional eran fotografías de revistas y películas que se estrenaban en Chile con algunos meses de desfase, ellas lograron llegar hasta los estudios estadounidenses y con su talento actuaron en películas donde no era fácil estar.
Una de ellas fue Malú (María de la Luz) Gatica. Nació en Purén el 15 de enero de 1922 y cuando ella tenía 7 años, su familia se trasladó a vivir a Santiago. De personalidad encantadora, tenía además una gran voz. Eso le permitió convertirse a los 16 años en cantante radial en Nueva York, hasta donde había llegado para estudiar artes dramáticas. Su carrera la realizó en Chile, México, Argentina, y también en Estados Unidos. Estando en la ciudad del cine se hizo amiga de personajes como Gregory Peck, Orson Welles, Marlene Dietrich, y Zsa-Zsa Gabor. Sin embargo, en la personal fue una etapa difícil. Casada con un norteamericano, su matrimonio no prosperó y en el divorcio perdió la custodia de su hijo. Al volver a Chile en la década del 50, siguió trabajando en musicales y en telenovelas, casi hasta su muerte en 1997.
El caso de Graciela (Chela) Bon, es similar. A la edad de 11 años ya sabía a qué quería dedicar el resto de su vida y pidió clases de actuación. A los 14 ganó un concurso organizado por la revista Ecran, especializada en cine, y ChileFilms, que buscaba nuevos talentos para el cine nacional. Pocos años más tarde, en 1948, ya con alguna experiencia en la pantalla grande, quiso partir a Estados Unidos a probar suerte, pero las cosas no funcionaron como esperaba, sino tal vez mejor. Se unió a una compañía teatral y su carrera derivó hacia la producción cinematográfica, en la que tuvo éxito por un largo tiempo. El último film que produjo se estrenó en 1998. Falleció en 2010 a los 79 años, en su casa de Los Angeles, California.
Nuestra última heroína fue Evelyn Ankers, que nació en Chile en 1918. Y aunque eso nos hace considerarla compatriota, la verdad es que sus padres eran ingleses que vivieron temporalmente en Valparaíso. Pero antes de que Evelyn cumpliera tres años de edad, la familia volvió a su país de origen. En su adolescencia empezó su interés por la actuación, a mediados de los años 30. Cuando empezó la Segunda Guerra Mundial en septiembre de 1939, Evelyn se fue a Estados Unidos, donde fue contratada en los Estudios Universal en 1940. Participó en muchas películas de terror de Hollywood durante esa década y fue conocida como “la reina del grito” por su particular timbre de voz en las escenas de peligro. Participó en más de cincuenta películas entre 1936 y 1950, y luego se retiró. Murió de cáncer en 1985, en su casa de Hawái. Más de una vez durante su carrera mencionó que había nacido en el puerto chileno.
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