Por Javiera Fernández
“Si no te quieres a ti misma, nadie te va a querer”, “Lo que no te mata, te hace más fuerte”, “¡permítete brillar!” Todos estos son mensajes basados en el “empoderamiento femenino” que seguro has leído más de una vez en las redes sociales, y si bien en primera instancia podríamos percibirlos como frases positivas que invitan a replantearnos la relación con nosotras mismas, con nuestros cuerpos y con nuestro entorno, lo cierto es que detrás de ellos hay una invitación genérica que ignora los diferentes contextos socioculturales en los que (las mujeres) podemos estar insertas dependiendo de nuestro lugar de origen, así como de nuestra historia personal. Se trata, en palabras de la psicóloga Nerea de Ugarte, de una “homologación de las experiencias de las mujeres” que no toman en cuenta que cada modo de vida es diferente, dependiendo de una serie de factores como la clase social, la identidad de género, la orientación sexual, la raza, la religión, por nombrar algunos ejemplos.
En conversación con Woman Times, Nerea de Ugarte, especialista en psicología clínica, activista feminista y autora del libro publicado recientemente, La dictadura del amor propio. Sobre positivismo tóxico, autoestima y salud mental (Penguin Random House), donde aborda las problemáticas que acarrean los discursos de autoayuda, nos explica:
“Si le dices a una mujer ‘tu único límite eres tú’, sin saber cuál es el contexto de esa mujer, al final va a estar permanentemente pensando en que es ella la que se está poniendo los límites para poder avanzar, como por ejemplo, salir de la pobreza, tener un mejor trabajo, cuidar mejor a sus hijos, tener una pareja que no la violente, y un sinfín de cosas que realmente no dependen de ella, dependen de un Estado, de un contexto, de un territorio, de una organización colectiva, de un proceso legislativo, de muchísimas cosas que no pasan por ella.”
Con el ejemplo anterior, y como aborda a lo largo de todo su libro, la especialista hace una invitación a cuestionarnos el sentido de los mensajes de autoayuda – dirigidos a mujeres -plagados en el discurso mediático contemporáneo. Éstos, muchas veces, más que ayudarnos a llegar al bienestar, en el amplio sentido de la palabra, nos señalan que el ser felices sólo depende de nosotras, cuando en realidad vivimos bajo un sistema social lleno de mandatos que, por un lado, siguen imponiendo el alcance de un ideal de belleza que no existe y, por otro, sostiene la experta, universaliza maneras de ver el éxito, la maternidad, las relaciones de pareja, o la amistad, como si no hubiera más alternativas de vida que las planteadas por estos discursos o frases.
“Al estar permanentemente pensando de qué manera cumplir con los estereotipos y las imposiciones, tal como me señaló una paciente una vez, es como ‘vivir en una jaula’. Estás todos los días pensando en cómo pertenecer a esta posibilidad de ser mujer que nos muestran como única, y no te permites pensar en otras cosas, porque te pasas la vida queriendo cumplir con esos patrones y esos mandatos sociales”, explica de Ugarte.
Los mensajes de autoayuda se han expandido de tal manera que hoy nos encontramos con una serie de ideales sociales que reducen el bienestar o el alcance de una autoestima ideal a los límites que las propias mujeres se imponen y a la responsabilidad que sólo ellas tienen para derribar esas limitaciones. Por ello, dentro de la revisión teórica y el análisis sociológico elaborados en su libro, Nerea de Ugarte entrega una alternativa que permite llegar a una autopercepción de nuestra vida, nuestras relaciones y nuestro cuerpo, más saludable, y así alcanzar ese bienestar de una manera adecuada: La autoestima política.
Acuñado por la psicóloga, la autoestima política es un modo de relacionamiento personal y con los otros que descansa de los mandatos impuestos por los discursos de autoayuda, consciente del mismo daño que estos generan en la propia experiencia. Según explica, se trata de ejercitar una autoestima positiva que se hace “desde una perspectiva crítica, un proceso de concientización sobre cómo la autoestima de las mujeres ha sido históricamente un dispositivo de control y de subordinación en nuestra cultura”, indica. Este mismo modo de percibir la autoestima, dice Ugarte, es lo que permite llegar al bienestar, comprendiendo el mal que las frases de autoayuda y los mensajes de positivismo tóxico implantan, basados en un “modo único” de ser mujer:
“El bienestar se logra a través de hacer consciente cómo funciona esto, y en el momento en que uno lo hace consciente, tienes la libertad para tomar las decisiones en relación a qué haces con tu cuerpo, en relación a cómo vives tu maternidad, el desarrollo profesional, la vida familiar, las relaciones de pareja, la vivencia de los vínculos sexo afectivos, pero desde un lugar consciente, ya no desde esta única forma que nos han mostrado de vivir, explica la psicóloga.
Esta invitación agenciada desde la autoestima política está revelada en detalle en La dictadura del amor propio, título publicado este 2022 en el que Nerea de Ugarte nos ilumina el daño que las frases de autoayuda pueden causar, pero que también tenemos la posibilidad de derribar.
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