Por Javiera Fernández
“El dinero es cosa de hombres”, “es mala educación hablar de plata”, “no soy buena con los números”, “en mi casa no se habla de dinero”. Todas estas frases se han fijado en la sociedad históricamente en desmedro de las mujeres, pues al ser los hombres quienes durante siglos ha llevado las ganancias económicas a sus hogares- versus las mujeres que recién hoy en día pueden gozar de manera generalizada de su libertad financiera – inevitablemente se sigue percibiendo el dinero como un tópico masculino. Así lo confirman tres referentes en Chile que trabajan para promover la educación y la independencia financiera femenina.
Pero ¿por qué para las mujeres aún hay resistencias cuando toca hablar de dinero? En WT quisimos conocer la opinión de tres expertas: Ximena Cofré, ingeniería civil industrial y creadora de la plataforma Financieras Empoderadas, Romina Capetillo, creadora de contenido especialista en finanzas personales y Lorena Gallardo, CEO de Fundadoras. Aquí su mirada a un tema del que se necesita hablar más claro y mejor.
“Pienso que hablamos poco de dinero quizás porque en la mayoría de los casos somos la primera generación de mujeres que trabaja de forma remunerada en nuestras familias, a diferencia de los hombres que históricamente han generado dinero para su núcleo, por lo que ellos tienden a conversar más sobre el tema sin problemas, culpa, miedo, ni tabúes”, afirma Ximena Cofré, quien a través de su plataforma Financieras Empoderadas entrega claves para incentivar en las mujeres la multiplicación de su dinero. Según la especialista, la distancia de las mujeres con el dinero también responde a patrones culturales que todavía se repiten: La pareja, tradicionalmente hombre, es el que sale a trabajar para generar ingresos, mientras que las mujeres son quienes mayoritariamente asumen labores de cuidado no remunerado, privándose así de aportar con el ingreso principal de la casa.
De acuerdo con experiencias y estudios que ha cimentado a través de su plataforma, Ximena Cofré ahonda en los principales prejuicios vinculados a las mujeres y el dinero:
Dependencia financiera: A menudo se asume que las mujeres son financieramente dependientes, ya sea de sus parejas o familiares.
Menos competentes en finanzas: Existe una creencia persistente que sugiere que las mujeres son menos capaces en asuntos financieros en comparación con los hombres, lo que puede afectar la confianza en la toma de decisiones financieras.
Incapacidad para tomar Riesgos financieros: Algunas mujeres han enfrentado la percepción de que son más adversas al riesgo en términos financieros, lo que podría limitar su disposición a invertir o asumir desafíos relacionados al capital.
Desinterés en asuntos financieros: Otra creencia errónea es que las mujeres no están tan interesadas en los asuntos financieros como los hombres, lo que puede llevar a que se les excluya de conversaciones importantes sobre dinero y decisiones financieras.
Fracaso en la negociación: Algunas mujeres pueden sentir que son vistas como menos eficientes en negociaciones salariales o acuerdos financieros, lo que puede resultar en ingresos y beneficios laborales más bajos.
Frenar estos prejuicios, sostiene Cofré, requiere de “cambiar la narrativa que las mujeres tienen con el dinero”, pudiendo así abrir el camino a una relación más positiva y desprendida de temores o vergüenzas. Pero para ello no sólo es importante fomentar la educación financiera con el fin de que las mujeres puedan potenciar su autonomía y tomar decisiones comerciales con más seguridad, sino que también es necesario indagar en los factores emocionales que, en primera instancia, generan esa relación negativa con lo monetario.
En esto enfatiza Lorena Gallardo en su escuela Fundadoras. “Más allá de la educación financiera, esto también pasa por un tema de educación emocional, de lo que el dinero representa para mí como persona, por qué el dinero me da miedo, por qué el dinero me da vergüenza, o frases como ‘en mi casa no se habla de dinero’. Son distintas temáticas asociadas al tema que hay que trabajar y la única forma de derribar las barreras es hablar del tema”, dice la CEO.
Atreverse a hablar se ha vuelto un debate crucial entre las mujeres, por ejemplo, que hoy son líderes y llevan negocios adelante, pues si bien el dinero forma parte de sus rutinas, ya que son ellas mismas quienes lo manejan y deben administrarlo, aun así emergen una serie de temores. “Pasa mucho en la escuela (Fundadoras) que las mujeres entran y nunca habían hablado de plata con nadie, y eso que son emprendedoras y básicamente se dedican a ganar dinero, a multiplicarlo y trabajar con el dinero todo el día. Entonces, cómo vamos a producir más dinero si no somos capaces de hablar del tema”, plantea Lorena.
Emprendedoras y su relación con el dinero
Desde la escuela Fundadoras, dedicada a potenciar el liderazgo de mujeres emprendedoras y empresarias, una de las invitaciones principales es dejar de ver el deseo de ganar dinero como algo negativo. Para ello se destinan clases vinculadas al tema, sesiones de coaching y también se anima a las emprendedoras a tomar sus primeros créditos. Según los datos registrados en la escuela, el 70% de las emprendedoras nunca ha pedido un crédito en el banco, lo cual refleja los temores asociados, para las mujeres, de dar ese paso adelante.
Tal como observa Ximena Cofré, en el mundo del emprendimiento también ocurre que las mujeres, por las normas de género adyacentes, deciden iniciar sus negocios para tener un ingreso fijo que les permita vivir y mantener a sus familias, pero no pensando en metas más grandes, como el que su emprendimiento pueda transformarse en una gran empresa o pyme. “Los principales temores y trabas que hemos observado son el miedo al error, al fracaso y la resistencia a pensar en grande. Las mujeres a veces se conforman con metas ‘modestas’ o ‘pequeñas’ por falta de confianza en sus habilidades y por temor a perder dinero”, comenta. Por esta razón, aclara la experta, es fundamental generar un cambio de mentalidad. “Esto implica trabajar en la confianza personal, establecer una visión más amplia e intentar ir superando el miedo al fracaso. También es crucial buscar ayuda y asesorarse para acortar el camino a dar ese gran salto”, indica.
Cambio de switch
La experta en finanzas personales Romina Capetillo, quien se transformó en creadora de contenido sobre temas financieros luego de haber pasado ella misma por una crisis económica profunda de la que salió adelante, subraya que un cambio de mentalidad requiere de una deconstrucción a nivel social. “El tema dinero ha sido históricamente un terreno masculino, donde las mujeres siempre nos hemos restado, no tan sólo del dinero sino que del emprendimiento también. Creo que es súper importante que nosotras como mujeres sí nos involucremos, nos hagamos parte de este tema, porque las finanzas personales no tienen género, da lo mismo si eres hombre o mujer, da lo mismo el puesto de trabajo, da lo mismo la empresa en la que trabajes, el sueldo que recibas es importante que todos contemos con educación financiera”, comenta Romina.
En sus redes sociales y ahora último en su nuevo libro Del desorden al orden: Deja atrás tu despelote financiero y aprende a manejar tu dinero, donde a través de un lenguaje sencillo entrega herramientas de educación financiera, Romina Capetillo narra su historia personal y comparte su propio vínculo con el dinero para instalar que el paso uno es perder el miedo a hablar del tema. Asimismo, recalca que no hay nada de malo en expresar que quieres crecer económicamente. “Para mí hablar de dinero y de estos temas ha sido sumamente liberador y ha impactado en mi crecimiento personal. En nuestra casa es muy común hablar de plata, y no tan sólo desde la parte materialista, sino también qué hay detrás de ese dinero, cuáles son los sueños y las metas que hay detrás, de querer cumplir con X cantidad de plata, o ahorrar. A mí me ha cambiado muchísimo la vida desde un lado positivo y cada vez le voy perdiendo más el miedo a hablar de plata y a ganar más plata también”, expresa Capetillo.
Para llegar a este cambio de switch, agrega Lorena Gallardo, es importante trabajar los obstáculos que podamos tener a nivel emocional y que nos privan de gozar un vínculo positivo con el dinero. Sobre todo tiene que ver con trabajar la seguridad personal. “En la medida que aumenta tu confianza va aumentando la capacidad para poder generar más, multiplicar y generar dinero de una manera mucho más sana, y finalmente eso te lleva a saber administrar mejor. Pero esto último no es un trabajo que necesariamente haya que hacer en solitario, sino que es sustancial rodearse de comunidades confiables donde pueda hablarse de estos temas, añade Lorena. “Cuando tienes un entorno en el cual todas las personas que están a tu alrededor piensan de la misma manera, o vamos todas juntas para el mismo lado, ahí baja un poco el tema de la vergüenza, por eso lo primero es tener entornos que faciliten las conversaciones y saquen esa vergüenza”.
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