La historia, que ya llegó a los cines y que ha sido aplaudida en el último festival de cine de Málaga, narra la vida de un jugador de fútbol que pudo cumplir su deseo de jugar fútbol profesional (incluso llegando al Real Madrid)gracias al apoyo de la hermana Marina, una monja que ahora roza los 100 años de edad.
La historia parte de la siguiente manera: un jugador del Osasuna (un club español) marca un gol. En la celebración, el jugador, de nombre Valdo, corre en dirección a la cámara de televisión, se levantó la camiseta roja de su equipo y mostró una camiseta blanca en la que había escrito “Gracias, hermana Marina”. Inma Puig, psicóloga y escritora barcelonesa que veía el partido, comenzó así a moldear una historia que fue recientemente llevada a la pantalla grande bajo el nombre de ‘Llenos de gracia’ y que arrasó en el último festival de cine de Málaga.
Pero Marina no es su hermana, sino una monja de la orden de las Esclavas que le ayudó a cumplir aquel sueño de niño, cuando Valdo vivía en la Casa de Caridad de Cáritas en Aravaca (Madrid). “En la casa de Aravaca, todos eran niños con dificultades de familia. El padre de Valdo, que era minero en León, aunque ellos venían de Cabo Verde, no podía hacerse cargo de él y su madre… pues igual. Así que yo me volqué, entonces tendría unos 10 años, y jugaba muy bien al fútbol. Era un niño pobre, no tenía nada, ni a nadie”, rememoraba sor Marina en diciembre de 2019 en el patio de la residencia religiosa de Salamanca en la que vive, en el marco de un reportaje en el cual reunió al futbolista y a la monja después de más de 20 años sin verse.
“Me levanté orgulloso la camiseta y enseñé la que llevaba debajo. Era lo mínimo que podía hacer por todo lo que la hermana Marina me dio. Desde pequeño, mi único plan era ser futbolista. No tenía un plan B. Y ella me ayudó a conseguirlo”, recordaba Valdo aquel día en Salamanca después de fundirse en un interminable abrazo con su benefactora, que en su día llegó a ser, además de ángel de la guarda, entrenadora, representante, utillera y conductora de la furgoneta en la que los pequeños futbolistas de El Parral Club de Fútbol acudían a los partidos. Valdo, a pesar de no tener un paso exitoso por el club, llegó a cumplir su sueño de jugar en el Real Madrid, el club más grande y poderoso del mundo.
Así, la historia de solidaridad y fraternidad pasó primero al libro y ahora último al cine, dirigida por Roberto Bueso y con la conocida Carmen Machi como la hermana Marina, y que ha sido la cinta más aplaudida en los festivales españoles.
“Sentíamos que esta historia debía buscar la verdad desde la emoción y el humor, género que siempre ha sido mi predilección y al que quería acercarme ahora con más fuerza”, ha dicho el director. “La hermana Marina es la inspiración, es una mujer muy libre y muy especial, muy adelantada a su tiempo; ella estudió en Londres y en París, tomó decisiones propias y decidió -para no estar con ningún hombre-, casarse con dios”.
Por su parte, Carmen Machi, quien interpreta a la hermana Marina, dijo que “ha sido muy bonito interpretarla porque es una mujer maravillosa, de armas tomar y con algo especial. Es culta y muy sabia. Todo ello lo hemos conocido gracias a su familia, con ella ya pocos pueden mantener una conversación porque es muy mayor”.
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