Pulsa «Intro» para saltar al contenido

Los secretos de la psíquica de Chimbarongo

Isabel Cristina Ávila tiene la habilidad de encontrar a gente desaparecida a través de imágenes que recibe y que plasma en un croquis. Eso fue lo que llevó a un equipo de Discovery Channel a viajar hasta Chimbarongo para entrevistar a la mujer que en las últimas décadas ha aportado datos claves para resolver un sinfín de casos policiales.

Producto de una agresiva artrosis se desplaza con dificultad, pero dice que contribuir cada vez que se lo pidan. Mientras escribe un libro que piensa titular: “Mi búsqueda eterna”. Ahí, compartirá detalles de todos los casos en los que participó, ayudando a distintas instituciones y cuerpos de rescate a encontrar a personas desaparecidas, como los soldados de Antuco, acción por la que recibió una medalla al mérito por parte del Gobierno.

Conocida también como “la síquica de Chimbarongo”, contribuyó también a esclarecer el caso del empresario Francisco Yuraszek, entregó nuevas pistas en torno a la deceso del menor Rodrigo Anfruns y recientemente participó en la búsqueda del montañista chileno Juan Pablo Mohr.

“No lo sé, yo tengo una hija psicóloga que puede explicar si es que pasa algo con mi mente. Lo único que yo puedo decir es que a mi cabeza llega algo que no puedo explicar, una energía distinta. Después lo plasmo en el croquis y nada más. Yo no veo nada, es una energía grande que me ocupa y me hace dar señales. ¿Que por qué lo tengo? No me lo pregunto mucho, pero creo que Dios lo quiere así”, dijo Isabel Cristina, la última vez que se refirió al origen de sus habilidades.

¿Lo considera un don? 

“Es un don de Dios. Creo que me conecto con el dolor de las madres y llego a recibir información. La gente que me conoce me dice que he aguantado mucho dolor, mucha desesperación y que voy acumulando esa energía. Por eso estoy enferma, he entregado mucho y he sufrido mucho con las familias, es un dolor que tomo personal porque sé lo que es pasar por esto. A lo mejor yo estoy en esta búsqueda eterna porque me siento culpable por mi hijo. 

Si pudiera elegir, ¿volvería a nacer con esta capacidad?

“Sí, aunque me iría a Estados Unidos o Rusia para que me perfeccionen. Aprendería otras técnicas, otros idiomas, me habrían pulido. Yo soy media bruta, yo miro y capto, pero con preparación hubiera sido otra cosa. Soy como un diamante en bruto, pero me perdieron ya, estoy muy vieja, ¡ja!”.

Sé el primero en comentar

    Deja una respuesta

    Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *