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Money, Money, Money

Por Lorena Gallardo, CEO de Fundadoras

Se caricaturiza a la mujer en relación al dinero: la que gasta su dinero en las ofertas, la que le gasta el dinero al marido y le “usa la tarjeta”, la que ama comprar cosas que no necesita, la que va corriendo cuando aparecen las ofertas.

Mientras, el mundo ahí afuera nos dice que ahorremos y que no nos tomemos ese café de la mañana, pues esas pequeñas acciones de ahorro harán engordar nuestra billetera y a fin de mes tendremos $20.000 más en nuestra cuenta bancaria.

¿Por qué no se nos anima a multiplicar nuestro dinero en vez de animarnos a ahorrar un café?

Las mujeres estamos para grandes cosas, sin embargo, somos animadas a ahorrar “un poquito”, a ganar poco y, por supuesto, a no hablar de dinero.

Todo el “tema del dinero” sigue siendo algo tabú y complejo de conversar para nosotras y más aún de hacernos conscientes de todo lo bueno que atrae para nuestras vidas.

Trabajo con mujeres que multiplican su dinero, vienen a la escuela de Fundadoras a buscar maneras de crecer económicamente con sus negocios y, a diferencia de otras escuelas de negocios, en vez de trabajar en herramientas técnicas hacemos foco en el “Money Mindset”, porque lo primero que debemos comprender a nivel psicológico es que no podemos multiplicar ni hacer crecer algo que nos da miedo o que nos es indiferente.

“No hablo de plata”, “es mala clase hablar de dinero”, “mi marido no sabe cuánto gano”, “me da vergüenza vender y cobrar”.
Y creencias respecto a cómo el dinero se gana: “el dinero se gana con sacrificio”, “si tiene mucho dinero debe haber robado a alguien”, “solo hay que hacer lo que uno ama para recibir dinero”.

Nuestra mentalidad y entorno nos hace creer cosas sobre el dinero que en la práctica no se ajustan a cómo las mujeres queremos vivir nuestra vida económica.

Ser económicamente libres y no depender económicamente de nadie más. Ser capaz de casarte o divorciarte sin perjuicios económicos sabiendo que podrás seguir con la vida que tu desees, viajar con tus hijos o con amigas o sola, estudiar lo que realmente quieras sin importar la edad, ayudar económicamente a tus padres de tercera edad, comprarte el bendito café, ayudar a otros y simplemente hacer lo que se te dé la gana.

Todo ser humano adulto y sano debería poder lograr confianza financiera en algún minuto de su vida, es decir: Saber que podemos valernos económicamente por nuestros propios medios. Sin que alguien nos tenga que seleccionar ni que elegir. Ser independientes económicamente al 100%.

Por eso hoy las emprendedoras somos tan importantes para el país: somos económicamente libres, damos empleo a otras mujeres, ayudamos a otros, nos arriesgamos con créditos que luego vamos y pagamos, y todo eso es porque no dependemos de nadie más que de poner nuestro talento al servicio del mundo. Un mundo que nos ve y que necesita más de nosotras.

Un dinero que se gana con pasión y no con sacrificio, un dinero del que se habla y se habla con felicidad y no con miedo y un dinero que multiplica ayuda, valores, ética y bienestar para todos.

¡Hablemos más de dinero! Por más dinero para ti, para las que te rodean y para todas.

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