Su infancia estuvo marcada por el bullying. Debió soportar apodos como “vaca” y “cebra”, pero el tiempo le dio todas las revanchas y se convirtió en una de las modelos más famosas del mundo. Desde esa posición, logró visibilizar el vitíligo y la lucha de quienes deben lidiar con los prejuicios que generan distintas enfermedades.
Ser una supermodelo de talla mundial es un camino difícil, más aún si se padece alguna condición física. De ahí, el mérito de Chantelle Brown-Young, más conocida como Winnie Harlow, la modelo canadiense de raíces jamaiquinas, que marcó un antes y un después en el mundo de la moda. “Soy una portavoz del vitíligo, eso es lo que me define y estoy orgullosa de ser un referente para todos quienes piensan que padecer alguna enfermedad es un impedimento para alcanzar tus sueños”, asegura la mujer que logró superar todos los prejuicios y convertirse en un rostro cotizado de importantes marcas, como Diesel, Nike, Desigual y Swarovski.
Antes de hacerse mundialmente conocida, nada fue fácil para ella. En su infancia y adolescencia sufrió tanto bullying que no lo pudo resistir. Sus compañeros le decían “cebra” y “vaca”, además de aislarla por completo. En una entrevista, reconoció que “el acoso era tan fuerte que me vi obligada a abandonar los estudios para ser educada en casa. Hoy creo que fue posiblemente lo mejor que me pudo haber pasado, porque le encontré un sentido a mi condición y aprendí a amar lo que soy más allá de todos los comentarios”.
“Durante mucho tiempo tuve que explicar que no soy un monstruo, ni hago daño. A medida que iba creciendo, nunca vi a nadie como yo en la televisión, las vallas publicitarias o las pasarelas. Sentía que era la única persona en el mundo como yo, eso me dio el coraje para realmente hacer frente a cualquier persona u obstáculo en mi vida”.
Nacida en 1994, el gran salto lo dio al ingresar al reality de modelaje “America’s Next Top Model”, luego de que su familia le abriera una página en Facebook para llamar la atención de Tyra Banks, la conductora del show. A pesar de que Harlow no ganó el concurso, su imagen como modelo empezó a expandirse por el mundo y el vitíligo se convirtió en su mejor aliado. “Para ser completamente honesta, jamás pensé que podría ser una modelo, yo quería ser periodista de espectáculos y entretenimiento. Empecé a incursionar en el modelaje cuando tuve una entrevista con una fotógrafa de Toronto, fue ella quien me animó a seguir luchando ”, confesó en una nota que dio a la cadena CNN.
El vitíligo es una enfermedad que provoca la pérdida de pigmentación de la piel en ciertas áreas, que se manifiestan en manchas descoloridas en diferentes áreas del cuerpo. En personas afroamericanas, sus efectos son aún más notorios. “Estoy harta de los encabezados que dicen que sufro de vitíligo, ¿me ven sufriendo? Lo único que me hace sufrir son esos titulares y las mentes cerradas de los humanos que solamente tienen un ideal de belleza en su mente, cuando hay muchos estándares de belleza”, escribió en un descargo a través de sus redes sociales.
En 2018, Winni hizo historia en el modelaje tras convertirse en la primera mujer con vitíligo en ser nombrada como un ángel de la pasarela de Victoria’s Secret. Hoy, Winnie Harlow utiliza su posición para combatir los prejuicios que rondan una serie de enfermedades. Además, da charlas sobre la importancia de la autoestima, el aceptar las diferencias y la necesidad de terminar con los estereotipos estéticos. Hace unos años, la cadena británica BBC la incluyó en la lista de las mujeres más influyentes del mundo.
“Comencé mi carrera en el momento exacto donde la inclusividad comenzó a hacerse fuerte. Así que he podido vivir todo ese cambio y ser parte de ello. Lo he visto desde dentro y es muy rápido, aunque siempre hay espacio para seguir mejorando. Creo que todos tenemos inseguridades a veces. Siempre digo esto: la opinión que alguien tiene de ti jamás debe importar más que la opinión que tú tienes de ti misma. Si tú estás feliz contigo misma eso es todo lo que importa”, manifestó en una de sus últimas entrevistas.
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