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La sororidad de Marilyn Monroe

Más allá de su belleza y talento, la actriz fue una mujer vanguardista que entendió el valor de la sororidad como pocas celebridades de su época.

En la década de los cincuenta, la lucha por los derechos civiles comenzaba a dividir a Estados Unidos, pero en el mundo del espectáculo algunos de los artistas más famosos ya libraran una batalla contra la segregación racial. En hoteles, centros de eventos y compañías disqueras, Elvis Presley y Frank Sinatra eran de los que exigían para los músicos afroamericanos las mismas condiciones que para el resto de los artistas, pero también hubo quienes lucharon porque las puertas se abrieran por igual para todos, sin importar el color.

La actriz, modelo y cantante que nació en 1926 bajo el nombre de Norma Jeane Mortenson, era una de quienes se oponía a la segregación en Hollywood. Hay una historia que grafica a la perfección el espíritu de la protagonista de Niagara y Los caballeros las prefieren rubias. En 1955, Mocambo era el local favorito de las estrellas de Hollywood y ella, el alma de la fiesta. La intérprete de “Georgia of my mind” y  “A Little dream of me” soñaba con cantar ahí, pero todos sus intentos habían terminado en contradictorias negativas. 

En el famoso club, ya se habían presentado consagrados artistas de color, pero los administradores, Charlie Morrison y Felix Young, pensaban que la apariencia de la cantante “no estaba a la altura del glamour de quienes solían subirse al escenario”. Según reportes de la época, era un secreto a voces que consideraban a la cantante “demasiado plus size” como para satisfacer al exigente público de Mocambo. 

Marilyn era una declarada admiradora de la voz de Fitzgerald y solía estudiar sus discos para mejorar la dicción. Por eso, cuando la conoció en un evento social y Ella le contó la historia, la rubia más famosa de todos los tiempos llamó a Mocambo para hacerles una tentadora propuesta que con el tiempo sería el trampolín para una de las voces emblemáticas del siglo XX.

La actriz de “El comezón del séptimo año” estaba en la cima de su carrera cuando llamó a Morrison y Young para decirles que si su amiga actuaba allí, ella estaría en primera fila en cada una de sus presentaciones, lo que significaba una publicidad de primer nivel y la garantía de que llegarían mucho más celebridades. Tal y como ocurrió, las presentaciones de Ella se repletaron y la prensa le dedicó una cobertura inédita. 

Años después, Ella Fitzgerald lanzó Sings the Cole Porter Song Bookconsiderado uno de los discos de jazz más exitosos de todos los tiempos, y la historia se hizo pública, justo cuando la actriz comenzó su debacle a causa del consumo de drogas. El 5 de agosto de 1962, muere Marilyn y nace el mito. Entonces y a modo de despedida, Ella dijo: “realmente le debo mucho. Fue una mujer inusual y adelantada a su tiempo aunque ella no fuese consciente de su tremendo poder. Brilló demasiado y ayudó a muchas y muchos a brillar”.

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