En plena pandemia y con la isla cerrada, Isis Teao creó la Fundación Más Rapa Nui LGTB+. “Como transgénero he sido muy privilegiada y me sentí en la obligación de ayudar a quienes más lo necesitan hoy”, afirma.
Más de 24 horas después del acto por el Día de Visibilidad Trans que reunió a 16 organizaciones en el Palacio de la Moneda, Isis Teao todavía está emocionada. “Fue muy impresionante ver la bandera trans en un edificio importante, es todo un símbolo que representa una garantía a los derechos de los ciudadanos que por tanto tiempo han sido postergados”, reflexiona, desde Hanga Roa, la trabajadora social de la Municipalidad de Rapa Nui, en entrevista vía telemática con Woman Times.
En 2020, no sólo se convirtió en la primera persona en firmar el cambio de sexo registral en Rapa Nui sino que además estuvo detrás del acto donde se izó por primera vez la bandera utilizada como símbolo del orgullo de diferentes orientaciones sexuales e identidades de género desde 1978. Hace un año, creó la Fundación Más Rapa Nui LGTB+. Ese fue el corolario de años de trabajo silencioso y de una transición en la que el apoyo de su madre fue fundamental. “Como transgénero he sido muy privilegiada y me sentí en la obligación de ayudar a quienes más lo necesitan ”, cuenta.
A los cinco años, se ponía los trajes polinésicos, collares y coronas de su hermana para moverse al ritmo del Aparima, danza de origen tahitiano. No le gustaba ponerse taparrabo para bailar Hoko, la danza de guerra tribal asociada a lo masculino. “Recuerdo que cuando viajábamos al continente lloraba porque quería bailar con mi traje, ponerse mis collares y mis coronas”, rememora.
A los quince, tras un proceso introspectivo intenso, decidió dejar atrás a Ean Teao para convertirse en Isis. “Mi madre fue fundamental porque me enseñó a ser una dama y a luchar contra muchos estereotipos. Me mostró que la clave para marcar la diferencia era el camino era la educación”, confiesa, en un alto en sus actividades que tienen como eje central las mejoras continuas del plan de trabajo comunal conocido como Plan Amor que le valió a la Isla el reconocimiento de las Naciones Unidas como territorio espejo de la agenda 20/30 y los Objetivos de Desarrollo Sustentable, ODS.
“Luché mucho por encontrar mi esencia y siento que en toda esa etapa las redes fueron súper importantes para aceptarme como soy y no como una caricatura. En la vinculación que uno establece en la cultura polinésica, pesa mucho más la familia y la cultura, la discriminación viene de la mentalidad colonialista y esa es la que debemos revertir a través del conocimiento, de aprender a usar el lenguaje correcto, de promover el respeto”, sostiene.
La organización de conversatorios sobre identidades y orientaciones ha sido hasta ahora la piedra angular del trabajo desplegado por la Fundación Más Rapa Nui LGTB+. “Uno de los primeros lo hicimos juntos a todos los candidatos al proceso constituyente y de ahí no paramos más”, explica la activista que recalca que “lamentablemente las tasas de suicidio de trans en la adolescencia son altísimas y como sociedad debemos hacernos cargo del problema”.
¿ Cómo ves hoy la causa trans en el mundo?
Nunca hay que desconocer que el paso del tiempo ha sido un aliado muy importante para abrir el corazón de la gente que yo creo que debe ser el primer paso, yo apelo a que puedan entender esta realidad desde la empatía y el amor.
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