Habitualmente, el cese de la menstruación llega alrededor de los 50 años, pero hay mujeres que viven este proceso alrededor de una década antes, lo cual genera cambios importantes en su calidad de vida. El ginecólogo Eghon Guzmán, Jefe Técnico de Obstetricia y Ginecología de IntegraMédica, explica por qué ocurre esto y la relevancia de una terapia hormonal oportuna.
La menopausia prematura o precoz consiste en el término de la menstruación a una edad más temprana de lo habitual, fenómeno que viene acompañado de una serie de síntomas que impactan fuertemente en la calidad de vida de las mujeres. El doctor Eghon Guzmán, Jefe Técnico de Obstetricia y Ginecología de IntegraMédica, explica cuáles son las señales a atender y por qué es importante el apoyo médico durante este proceso.
De acuerdo al especialista, la menopausia precoz comienza a ocurrir alrededor de los 40 años con distintos síntomas físicos como sudoración, bochornos, dolor de cabeza, irritabilidad, disminución de la libido, dolor en las relaciones sexuales e insomnio. Esto también puede venir acompañado de alteraciones psicológicas como síntomas de depresión o cambios importantes en el ánimo. “Esto ocurre por diferentes causas, pero principalmente se debe a razones genéticas, defectos enzimáticos, antecedentes familiares, alteraciones autoinmunes, extirpación de ovarios, tratamientos oncológicos (quimio y radio) e incluso exposición a ciertos químicos”, explica el Dr. Guzmán.
De esta manera, si una paciente comienza a notar que tiene ciclos menstruales irregulares, sumado a los síntomas mencionados, lo mejor es que consulte con un especialista. Para su diagnóstico, Eghon Guzmán señala que es importante realizar un examen físico riguroso y un estudio ginecológico y análisis hormonal para determinar si existen niveles bajos de estradiol y alta concentración de la hormona foliculoestimulante (FSH), dos de las variables que se consideran para poder confirmar la menopausia precoz.
¿Qué hacer si tengo menopausia prematura?
“En estos casos, lo recomendable es iniciar un tratamiento hormonal sustitutivo, basado principalmente en la administración de estrógenos, para controlar el riesgo cardiovascular, los síntomas vasomotores, la atrofia urogenital (las mucosas se adelgazan) y la pérdida acelerada de los huesos. No existe medicamento para prevenir la falla ovárica prematura, pero sí disponemos de medidas paliativas para mejorar los efectos de esta condición”, explica el especialista.
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