Un nuevo estudio publicado por el Fondo de Población de las Naciones Unidas reveló que las mujeres embarazadas afrodescendientes sufren una serie de violencias debido al racismo y sexismo presente en los sistemas sanitarios de las Américas.
El documento indica que las mujeres y niñas afrodescendientes del continente americano tienen más probabilidades de morir durante el parto, lo cual se suele atribuir al hecho de que no recurren a los tratamientos a tiempo, que llevan hábitos de vida poco saludables o que tienen una predisposición genética. Sin embargo, desde el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) aseguran que esto en realidad responde a un patrón racista que sigue instalado dentro de las áreas de salud a nivel mundial.
El UNFPA sostiene que la intersección entre el racismo y sexismo sistémico presentes en la prestación de servicios de salud y la educación médica dificultan a las mujeres afrodescendientes en las Américas el acceso a provisión de servicios integrales de calidad en salud materna, sexual y reproductiva. Por otro lado, el organismo asegura que las políticas y programas gubernamentales pasan por alto las vulnerabilidades relacionadas a la salud de las personas afrodescendientes.
El documento entrega una serie de cifras que dan cuenta de las prácticas racistas dentro de los sistemas de salud. Por ejemplo, solo 11 de los 35 países del continente americano reúnen datos sobre salud materna desglosados por raza. Por otro lado, se desprende que un tercio de los 32 planes nacionales de salud que se analizaron para el estudio indican que las personas afrodescendientes son un grupo de la población que enfrenta una serie de barreras al momento de solicitar asistencia sanitaria.
Asimismo, el estudio concluye que, en Estados Unidos, las mujeres y niñas afroamericanas tienen tres veces más probabilidades de morir durante el embarazo o dentro de los 42 días posteriores a dar a luz, en comparación con las mujeres no afrodescendientes y no hispanas. En el mismo país, las muertes por parto en las mujeres afro sigue siendo mayor que en las mujeres blancas, independiente de los niveles de ingreso y de educación, pues en efecto, la mortalidad materna entre mujeres afroamericanas graduadas de la universidad es 1,6 veces superior que la mortalidad entre las mujeres blancas que no han completado la educación secundaria.
“La plaga del racismo sigue vigente para las mujeres y niñas negras de las Américas, muchas de las cuales son descendientes de las víctimas de la esclavitud”, señala la Dra. Natalia Kanem, Directora Ejecutiva del UNFP. “Con demasiada frecuencia, las mujeres y niñas sufren abuso y desamparo, sus necesidades no se toman en serio, y sus familias quedan destrozadas por la muerte evitable de un ser querido durante el parto. La justicia y la igualdad sólo serán posibles cuando nuestros sistemas sanitarios tengan en cuenta a estas mujeres y les brinden una atención respetuosa y compasiva”, explica.
Frente a este realidad visibilizada en el estudio, el UNFPA llama a los gobiernos, organizaciones internacionales y a los sectores sanitarios a tomar medidas que garanticen el acceso a una atención en salud matera de calidad para las mujeres afrodescendientes, y con esto reducir las tasas de mortalidad materna. A su vez, el organismo le solicita a las escuelas de medicina poner fin a los discursos y prácticas racistas dentro de sus planes de estudio, y a los hospitales a poner en práctica políticas que erradiquen la violencia contra las mujeres y niñas afrodescendientes.
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