Con 32 años, Irina Karamanos se convertirá hoy en la Primera Dama más joven de la historia reciente de Chile y también en ser la primera abiertamente feminista. Habla seis idiomas, es nieta de inmigrantes y prometió darle “un giro diferente y más contemporáneo” al un rol en el que nunca se imaginó.
Al finalizar el cambio de mando de hoy, Irina Karamanos se habrá convertido no sólo en la primera dirigente feminista en llegar al puesto de Primera Dama, un rol que al principio puso en duda, pero que finalmente decidió asumir con la misión de reformarlo. “Hay que darle un giro diferente y más contemporáneo a este rol, despersonalizarlo, y esto va a significar cambiar también la relación con el poder”, dijo en su primera entrevista tras el triunfo de Gabriel Boric en las elecciones presidenciales.
“No tengo dudas de que va lograr imprimir su sello porque es una mujer muy capaz, de gran sensibilidad y cultura”, asegura, una periodista que la conoció en 2014, cuando regresó a Chile tras una temporada en Europa.”Es una persona de risa fácil, ideas claras y mucha convicción”.
Irina Sabine Karamanos Adrián nació en 1989 y estudió en el colegio Alemán de Santiago. Sus abuelos maternos eran alemanes radicados en Uruguay, lugar donde nació su madre antes de viajar a Chile. Mientras que su familia paterna provenía de Grecia, hasta donde llegó ella la década pasada para reconstruir su árbol genealógico.
Durante un año estudió Artes Visuales y en 2009 se instaló en Alemania, donde estudió Ciencias Políticas, Educación y Antropología en la Universidad de Heidelberg. Habla seis idiomas: español, alemán, inglés, indonesio básico, griego e incluso kawésqar, la lengua del pueblo originario más austral de mundo. Su pasatiempo favorito es el dibujo, especialmente la serigrafía y el retrato.
“Para ella el arte es muy importante. En Navidad siempre regala cosas manuales, ya sea dibujos o figuritas de arcilla. Eso habla de su sentido estético y de su calidez”, comentó a BBC Mundo, su gran amiga y compañera en la causa feminista, Manola Pérez.
Luego de sus estudios, ingresó a la arena política donde su liderazgo cercano es reconocido. Encargada nacional del “Frente Feminista”, su destino se cruzó muchas veces con el Presidente Boric, pero en fue hasta fines de 2019, cuando la amistad dio paso a una relación formal.
En el círculo íntimo de Karamanos la definen como “de bajo perfil” y “reservada”, aunque destacan sus enormes capacidades intelectuales y de convocatoria. Además, aseguran que Irina es la principal confidente de Gabriel Boric y su “consejera de reflexión política”. Agregan también que en la militancia del partido tienen una visión de ella totalmente independiente de su relación de pareja y que su foco feminista le dará una resignificación al cargo de Primera Dama.
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