Un mejor manejo de las emociones y de los vínculos familiares destacan para explicar la resiliencia que tienen las viudas al momento de enfrentar la pérdida de su pareja.
Las cifras del censo 2017 revelaron que en Chile existen casi 4 veces más viudas que viudos (400 mil versus 110 mil), y según las últimas estadísticas, las mujeres tienen una mejor expectativa de vida que los hombres (83 años contra los 79 de los hombres).
“Si bien viven el duelo y en ocasiones experimentan problemas de adaptación y trastornos de ánimo, las mujeres tienen más recursos para sobrellevar la situación de mejor manera. Las viudas demuestran una mayor capacidad para retomar la vida, las actividades del hogar, sociales y de vinculación con el mundo. Esto es particularmente cierto en las generaciones pasadas donde el rol social y afectivo a nivel de la familia, especialmente en la relación con hijos y nietos, era fuertemente reforzado por las mujeres”, dice la psicóloga de la Clínica Alemana Solange Anuch.
Por lo tanto y según un estudio publicado en la Revista Internacional de Sociología, las consecuencias negativas de la viudez afectan sobremanera al género masculino. Entre las mujeres existe el convencimiento de que los varones encuentran una dificultad mucho mayor para adaptarse a vivir sin la pareja, imaginando quizás lo que hubiera sido de sus propios esposos en el caso de haber conocido la viudez o habiendo sido testigo de una situación de viudez masculina: a ellos les cuesta más superar esta adversidad, sobre todo si les sorprende a una edad avanzada y se enfrentan de repente con la soledad.
Otro de los factores que apoya esta teoría es que los viudos admiten estar menos preparados para mantenerse independientes en sus casas. Pero agregan otra importante problema basado en el género: el escaso apoyo emocional y social que reciben de familiares, vecinos o amigos, en comparación con las viudas. Los viudos reciben más ayuda de tipo instrumental, porque así lo requieren, pero menos apoyo afectivo y emocional.
“A ellos les cuesta mucho salir en busca de sus referentes familiares, como hijos y nietos. De hecho, y cuando las posibilidades se le dan, es habitual que busque a otra pareja, porque está acostumbrado a tener una compañera con la que hace la vida en la que se apoya y se siente más seguro. La mujer en cambio sale a buscar cariño a distintos lugares y no tiene dificultad en pedirlo. Eso ayuda muchísimo para encontrar consuelo y soportar una carga emocional muy fuerte”, cierra Anuch.
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