Por más de medio siglo ha combinado su carrera de modelo con la escritura de varios libros. Para su multimillonario hijo Elon, es “su única heroína”, algo de lo que presume en la última edición de Sports Illustrated.
“Yo era famosa hasta que Elon se hizo famoso”, dijo Maye Musk (74) a The New York Times en 2016. Y es que mucho antes de que su hijo se convirtiera en el hombre más rico del planeta, su madre había desarrollado una prolífica carrera como modelo, escritora y también como nutricionista. A los 62 años posó desnuda en la portada de la revista New York, apareció en un video musical de Beyoncé y recientemente fue elegida para la portada de la edición de trajes de baño de Sports Illustrated 2022. “Mi primera reacción fue, nunca podría soñar con algo así porque ¿por qué alguien tendría a una mujer de 74 años en su portada, especialmente en traje de baño?”, bromeó Musk en People. “Creo que hará que las mujeres de 70 años se sientan más cómodas cuando nadan, así como las mujeres de 20 y 30 años”.
Su vida, sin embargo, no ha sido fácil. De origen canadiense, Maye (1948) llegó a Sudáfrica en 1950 junto a sus padres, Joshua y Winnifred Haldeman, quiroprácticos y aventureros que recorrían el mundo hasta que se establecieron en Pretoria con sus cinco hijos. A los 15 años Maye empezó a trabajar como modelo en la agencia de una amiga de su madre y empezó a protagonizar catálogos de moda mientras estudiaba Nutrición. Con 20 años se presentó a Miss Sudáfrica y quedó finalista. Un año más tarde se casó con Errol Musk, un brillante ingeniero con quien tuvo tres hijos en tres años: Elon, Kimbal y Tosca.
Eso sí, el matrimonio fue un infierno desde el principio. Errol maltrataba a su mujer física y psicológicamente y Maye no pudo firmar el divorcio hasta 1981, recién cuando se promulgó la ley de divorcio en Sudáfrica. Escapando de los malos tratos y los golpes, Maye se cambió de ciudad con sus tres hijos para rehacer su vida. El propio Elon contó en una entrevista en Rolling Stone que su padre era un “ser humano malvado que planeaba el mal”.
Maye consiguió volver a Canadá, donde sacó adelante a sus tres hijos. Trabajó como oficial de investigación para la Universidad de Toronto para que sus hijos pudieran ir a la escuela allí de manera gratuita e impartió clases de modelaje y nutrición dos noches a la semana. Todo ello mientras trabajaba en su consulta y estudiaba para titularse.”Nunca les traté como niños dependientes. Jamás les dije qué debían estudiar, no comprobaba si tenían deberes o los habían hecho, porque esa era su responsabilidad”, contó en su autobiografía Una mujer, un plan. Y vaya que pudo sacar adelante a sus hijos. Los tres, no sólo Elon, han logrado exitosas carreras: Tosca (47) es productora y directora de cine, televisión y contenido para la web. Kimbal (49), por su parte, ha montado varias empresas, entre ellas Zip2, empresa de software que en 1999 compró Compaq por 307 millones de dólares.
Actualmente, Maye es embajadora de la ONG Big Green, que construye huertos escolares y también de Dress for Success que ayuda a mujeres a obtener su independencia económica mediante una red de apoyo, programas de desarrollo personal y desarrollo y proporcionando ropa de trabajo, mostrando una vez más que la edad es sólo una cuestión de números. “Hay que atreverse a cultivar nuevos intereses y ser responsable con el autocuidado. Uno construye su vida y la disciplina es clave. Siento que veo tal y cual me siento”, dijo, hace unos años.
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