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El poder de la IA en la detección temprana del cáncer de mama

POR: Ruth Mata Ferrusquía.

La inteligencia artificial está transformando la medicina al mejorar la capacidad de los profesionales de la salud para procesar datos, agilizar diagnósticos y ofrecer tratamientos más precisos. El avance durante los últimos años ha sido vertiginoso y los resultados ya comienzan a causar impacto en la detección del cáncer de mama, el tipo de cáncer más común y la primera causa de muerte por cáncer en las mujeres en América Latina.

Según el INEGI, en 2023, esta enfermedad cobró la vida de 8,034 personas en México, de las que 99.5% eran mujeres. En América Latina y el Caribe, según datos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), cada año son diagnosticadas más de 491,000 mujeres, de las que aproximadamente 106,000 fallecen. Ante este panorama, la IA en la oncología se posiciona como una herramienta clave, y con más potencial, para mejorar la detección temprana de la enfermedad. Así lo señala la farmacéutica Roche en un artículo publicado en su sitio web.

La mamografía sigue siendo el método más utilizado para la detección temprana del cáncer de mama. Sin embargo, su eficacia tiene limitaciones: hasta 20% de los diagnósticos pueden ser erróneos, lo que se traduce en falsos negativos o positivos, generando angustia y tratamientos innecesarios.

Un estudio publicado por la revista Nature Medicine analizó, entre 2021y 2023, los resultados de 463,000 mamografías en 12 centros de salud en Alemania. La mitad de estas pruebas fueron revisadas por radiólogos apoyados por IA, mientras que la otra mitad se evaluó solo con métodos convencionales. Los resultados fueron contundentes: la IA logró detectar 6.7 casos de cáncer por cada mil estudios, un incremento del 17.6% respecto a la revisión humana tradicional, que identificó 5.7 casos por cada mil.

Esto significa que la IA puede aumentar la precisión en la detección de la enfermedad sin afectar la tasa de recuperación. Además, reduce la necesidad de exámenes adicionales y minimiza la carga de trabajo de los especialistas, quienes deben evaluar cientos, o miles de estudios, en cortos periodos. Es importante considerar que el número de estudios a revisar va en franco aumento debido a los enfoques internacionales que recomiendan a las mujeres a partir de los 40 años practicarse la mamografía.

“Los estudios retrospectivos han demostrado que la IA tiene una precisión comparable y, a veces, superior a la de los radiólogos, lo que sugiere que la tecnología puede ayudarles a interpretar las mamografías al mejorar la identificación de anomalías sutiles que de otro modo podrían eludir a los lectores humanos y a reducir la carga de trabajo de lectura”, según el artículo de Nature Medicine.

El impacto de la IA en la oncología no solo se refleja en la mejora de los diagnósticos, sino también en la optimización de recursos médicos y en la reducción del estrés de las pacientes. En Reino Unido, un equipo de investigadores de la Universidad de Aberdeen, en colaboración con Kheiron Medical Technologies y Microsoft, desarrolló MIA, una herramienta de IA capaz de incrementar en 13% la tasa de detección de cáncer de mama en comparación con los métodos tradicionales.

Este sistema está siendo probado en cuatro hospitales húngaros y 16 del Sistema Nacional de Salud británico. Sus beneficios incluyen la reducción del tiempo de espera para recibir un diagnóstico, pasando de dos semanas a solo tres días. Asimismo, contribuye a minimizar la ansiedad de los pacientes y a disminuir la necesidad de estudios adicionales.

La Organización Mundial de la Salud (OMS), a través de la Iniciativa Mundial contra el Cáncer de Mama, ha establecido como meta reducir la mortalidad global por cáncer de mama en 2.5% anual, lo que equivale a evitar 2.5 millones de muertes prematuras entre 2020 y 2040. La incorporación de la IA en los protocolos de detección y tratamiento podrían ser clave para alcanzar este objetivo.

A medida que la tecnología continúa evolucionando, es fundamental que los sistemas de salud adapten e integren estas herramientas para garantizar que más mujeres tengan acceso a diagnósticos más precisos y oportunos. La inteligencia artificial está demostrando que no solo es una aliada en la medicina, sino que de manera muy específica podría marcar el inicio de una nueva era en la lucha contra el cáncer de mama.