En plena pandemia, la abogada Mona Morales (39) se lanzó de lleno al mundo digital con Legaliza & Emprende, un estudio jurídico boutique enfocado en atender mujeres emprendedoras de pequeñas y medianas empresas. Demostrando que los servicios jurídicos pueden modernizarse y migrar a lo virtual, actualmente la abogada atiende desde su casa en El Cajón del Maipo, lo cual le ha permitido compatibilizar bajo sus propios términos tanto su trabajo como su vida de madre, y también, liderar la comunidad Abogada Digital, la primera escuela online de transformación digital para abogadas de habla hispana.
Llamadas coloquialmente como “digiabogadas”, la comunidad fundada por Mona Morales agrupa hasta la fecha a alrededor de 200 mujeres en todo Chile, tanto a graduadas, egresadas, como gradistas de la carrera de derecho. A través de un programa de transformación digital que dura 5 semanas, las abogadas que ingresan comienzan una mentoría con diferentes expertas para ir adquiriendo herramientas digitales que, el día de mañana, les permitan crear sus propios negocios digitales y dejar de trabajar para otras personas.
“Tratamos de abordarlo con herramientas básicas para que las abogadas se animen a saltar a lo digital, y eso ha generado que algunas de ellas, que ya llevan muchos años trabajando en estudios, en empresas privadas, o en el servicio público, hayan hecho su ‘chao jefe’, hayan renunciado a sus trabajos, y el día de hoy tienen sus propias empresas y las están liderando desde sus propios carismas y propósitos, y desde cómo ellas quieren enfocar el derecho”, comenta Mona Morales, quien se transformó en la pionera de abogadas digitales a nivel nacional luego de ser mamá, momento en que decidió cerrar una oficina jurídica presencial que estaba liderando para pasar a fundar su propio estudio jurídico 100% online.
Mona Morales estudió derecho en la Universidad de Atacama y tiene un magíster en derecho público y otro en derecho ambiental. Además, está estudiando una nueva maestría online en transformación digital y desarrollo de negocios en la Universidad de Barcelona. Antes de fundar su estudio jurídico online enfocado exclusivamente en mujeres emprendedoras, la abogada se desempeñó en altos cargos del servicio público, entre ellos como contralora regional del Serviu Atamaca y asesora del Serviu de la Región Metropolitana. Luego, decidió salir de la abogacía tradicional y después de tener a su hijo con altas complicaciones de salud, producto de la enfermedad de Lupus que se le diagnosticó unos años atrás, fundó su propio estudio jurídico en Santiago centro. Finalmente, tras el 18 de octubre de 2019, y separada del padre de su hijo, decidió mudarse al Cajón del Maipo, desde donde trabaja con su nuevo estudio digital. “Había renunciado a mi trabajo anterior y estaba recién separada con un hijo guagua. No me quedaba de otra que salir adelante. Lo hice en las circunstancias que menos pensé que lo iba a hacer, con todo en contra, y lo logré igual. Desde ese momento pensé: puedo con todo.”
Hoy su estudio digital está integrado por 10 abogadas especialistas en distintas ramas enfocadas en atender a mujeres emprendedoras: derecho del consumidor, derecho laboral, especialistas en insolvencias y quiebras, derecho penal, contrato, etc. Todas las consultas de Mona son realizadas en formato online y actualmente tiene clientas de todo el mundo, a quienes, en su mayoría, nunca ha visto en persona. “Esta forma de trabajar te da la libertad de construir tu negocio de la forma que te acomoda a ti, en cuanto a los tiempos, por ejemplo, porque muchas de nosotras somos mamás. Yo puedo estar con mi hijo, acompañarlo en sus actividades, atiendo la consulta a la hora que quiero”, sostiene.
Cuando Mona inició su negocio digital en medio de la pandemia, comenta que varios colegas hombres comenzaron a preguntarle cómo lo había logrado, y le solicitaron si podía realizarles mentorías y acompañamientos para ayudarlos a emprender con sus negocios virtuales, sin embargo, ese nunca ha sido el foco de la abogada: “Yo decidí no hacerlo, porque no iba acorde con lo que quería, que era que otras mujeres pudieran tener las mismas herramientas que yo había tenido para montar sus propios negocios, y en definitiva, hacer ese acto de transformación digital de las abogadas, es decir, modernizar la empresa de servicios legales, desde sus propios liderazgos, desde sus propias formas, y dejar de someterse a las reglas de otros.”
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